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El Dios que sacia

Texto: Salmo 42

Propósito: Debemos identificar qué es lo que verdaderamente sacia nuestro ser, porque buscamos muchas cosas para saciarnos.

1. ¿Qué es lo que sacia tu vida?

A. El trabajo, dinero, ministerio, iglesia, status social, moda, actualidad, deleite, etc.

2. El Querer llenarnos (saciarnos) de las cosas materiales nos pueden llevar olvidarnos de Dios, Deuteronomio 8:11-5

A. Recordemos que nunca se sacia el ojo de ver y oído de oír, entre mas vemos mas ambicionamos y queremos saciar de todo lo que vemos.

Eclesiastés 1:8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.

B. Las cosas materiales no satisfacen, no sacian completamente porque siempre queremos más.

3. Solo Dios puede darnos de modo que quedemos satisfechos

A. Dios es un Dios que sacia

En este tiempo debemos declarar, anhelar un mayor nivel de hambre y sed de Dios que se despierte en nuestro espíritu y sea derramado en nuestras vidas y la iglesia, la vida en Dios no es conformismo es una ferviente y constante sed de Dios por las profundas aguas celestiales.

Sinónimos de: Saciar: Satisfacer, hartar, saturar, llenar.

B. David clamaba por Dios porque sabía que El, era el único que podía saciar su sed, el veía su necesidad de Dios como el siervo por el agua. (Salmo inicial)

4. ¿Qué es ser saciado?

Ser saciado es ser lleno del Espíritu Santo, es desbordarse en la unción, es consagrarse sin límites, es anhelar ser transformado a la imagen de Jesús en nosotros, proseguir en un buscar con ahínco la presencia santa de Dios.

5. ¿De qué cosas nos quiere saciar el Señor?

A. De todo lo que el posee Salmo 65:4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.

B. De larga vida

Salmo 91:16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.

C. Sacia nuestra alma en las sequías

Isaías 58:11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

6. ¿Cuando somos saciados?

A. Cuando tenemos hambre y sed de Dios

Mateo 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Conclusión:

Dios quiere saciarnos vengamos a la fuente, busquemos al que quita la sed, Juan 7:37 -38 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

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