Ya pasó el Invierno

Bosquejos Biblicos

Lectura: Lamentaciones 3:22-26

Pasaje Bíblico: Jeremías 8:20

El día y la noche, el verano y el invierno, suceden con exactitud, precisión. De la misma forma, las oportunidades vienen y van, aunque muchos piensan que lo que no se pudo hacer hoy, se podrá ser mañana. Y por la misericordia de Jehová no hemos sido destruidos.

Sin embargo hay un ciclo del cual estamos convencidos que no habla repetición: el de la vida y la muerte.
La oruga que se convierte en mariposa ya nunca más se arrastra, El árbol que es derribado jamás vuelve a enderezarse para dar sombra en el bosque. Así, los tiempos de la vida no regresan, y sus oportunidades pasan, para nunca más volver.

La oferta de Dios

Pero a pesar de todo lo que acontece en el mundo la oferta de Dios sigue en pie. Cuando el Dios de amor vio la decisión que había tomado el hombre: Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.”

Donde el hombre decidió rechazar su autoridad y buscar su propio camino, su paciencia y amor fue mayor que su ira, y en su gracia, preparó el medio para que obtuviéramos el perdón de nuestros pecados y así escapar del castigo que nos merecíamos por nuestra rebeldía.

Aunque el hombre se crea autosuficiente y capaz de encontrar la solución a todos los problema, hay una condición que pos sí solo, nunca podrá cambiar. Jeremías 2:22 “Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor“. / Jeremías 2:22 “Aunque te laves con lejía Y uses mucho jabón, La mancha de tu iniquidad está aún delante de Mí,” declara el Señor DIOS.”

Lejía: era un líquido corrosivo que se usaba para blanquear la ropa y desinfectar. Aunque el hombre trate de hacer buena sobras aunque trate de tapar sus faltas, delante de Dios sigue siendo el mismo sino se arrepiente.

Por esto es indispensable aceptar la oferta del Dios de toda gracia. Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Pero una oferta sólo se acepta cuando se ve la necesidad y se reconoce cuando el medio que antes se usaba para suplirla no era adecuado. Es aquí donde el hombre ofende a su creador, pues el hombre cree que por sus medio de sus actos que sabe más que Dios,: “ No soy pecador” conozco otros medios. Sin embargo la oferta de Dios sigue en pie, esperando que el pecador se arrepienta.

El tiempo del Hombre

El tiempo dado al hombre para que pueda ser suya la oferta de Dios soberano ¡Si tiene límites!
La época consciente del hombre: va desde su niñez hasta que una enfermedad o accidente haga que el hombre deje de razonar y de decidir.

La vida física del hombre: el lapso que transcurre desde su nacimiento hasta la muerte. Por eso Dios busca una respuesta razonada y consiente del hombre, así como se firman los testamentos: Yo en pleno uso de mis facultades. Así está esperando Dios que el hombre declare que necesita a Dios, que su razonamiento despierte a la realidad en que vive. Dios le pide al hombre una respuesta personal, por eso usted debe de aprovechar esta oferta estando en vida.

Dios no obliga a nadie a que busque la sangre del cordero, Dios espera que cada hombre, mujer, joven, niño y anciano analice su condición, y sea guiado a una decisión sabia. Dios espera que el hombre analice su pasado y en relación con su presente. Y por último la advertencia de Dios a los que lo sigue rechazando:

Juan 3:36 “El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo, no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios.” Dios ya pronunció esta advertencia, la biblia nos asegura que la ira de Dios caerá sobre los rebeldes, y que hay un lago de fuego donde pasarán la eternidad, aquellos que rechazaron la oferta y despreciaron el medio de salvación.

No siga dejando pasar la oferta de Dios después solo quedará Hebreos 10:27 “solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios.”

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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