Árbol Bueno, Árbol Malo

5. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 

a. Esto es sin excepción.

Dios no pasará por alto a los frutos malos, Él quitará a todos ellos de Su Reino. Aquellos que practican y se deleitan continuamente en el pecado tendrán que enfrentar un día aterrador cuando el hacha de la justicia de Dios será afilada y blandida por la mano poderosa de la omnipotencia, y aquellos árboles serán echados al fuego para ser quemados para siempre.

Sufrirán “el castigo del fuego eterno” (Judas 1:7). ¡O, que cosa tan horrenda! ¡O, cómo el hombre debe temblar ante Dios! Como Jesús lo dijo: “Temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28).

Note que el texto no dice: “Todo árbol que da malos frutos…” Sino dice: “Todo árbol que no da buen fruto…” Esto va aun más allá. No solo los árboles que dan malos frutos serán cortados y quemados, pero también cada árbol que no da buenos frutos. Un árbol puede parecer bueno de lejos, y quizás no haya ningún fruto malo visible en él. Sin embargo, si hay una ausencia de buenos frutos, todavía es un árbol malo.

Una persona puede pensar que es salva, puede vivir lo que parezca ser una vida moralmente sin mancha en los ojos del hombre, pero si no produce los buenos frutos de santidad, justicia, verdad, pureza, amor, fe, esperanza, paz, etc., así como el Espíritu Santo da a Su pueblo, esa persona también será cortada y quemada.

6. Un árbol malo no puede convertirse en un árbol bueno sin el poder sobrenatural y creador de Dios.

No es posible que un árbol malo cambie su propia naturaleza y se transforme en algo que dé Buenos frutos. Simplemente no puede suceder por medios naturales. Tiene que haber algo sobrenatural; un milagro tiene que ocurrir. Debe haber una nueva creación (2 Corintios 5:17).

El Dios que creó el mundo y de la nada lo llamó a existencia tiene que ser la persona que milagrosamente cambia el corazón del hombre, destruye las raíces de la naturaleza pecaminosa que continuamente anhela el pecado y que crea un nuevo árbol que dará frutos buenos.

Se necesita Su poder creador, y este poder se manifiesta gloriosamente en la obra de la redención; y más específicamente, en la obra de la regeneración. El nuevo nacimiento es una obra milagrosa del Espíritu de Dios donde él crea en el hombre una nueva naturaleza que resulta en una nueva persona que tiene la habilidad de producir buenos frutos.

7. Aquellos que reconocen que son árboles malos necesitan ser creados de nuevo en la imagen de Dios.

La condenación ha pasado a todo hombre, porque todos han pecado (Romanos 5:12). Cada hombre es un árbol corrupto y condenado por naturaleza. Y solo aquellos que son creados de nuevo y transformados en árboles nuevos heredarán el Reino de Dios.

Necesita haber una obra de gracia en los corazones de los que están viviendo en pecado; una obra que cambie sus corazones, los limpie de sus pecados, y les dé una nueva naturaleza para obedecer a Cristo. Sino, morirán en sus pecados. Necesitan nacer de Nuevo (Juan 3:3).

CONCLUSIÓN 

Estimada alma, le preguntaré ahora: ¿Serás un árbol bueno o un árbol malo? No escuche su confesión de fe, más bien permita que los frutos lo demuestren.  Examínese honestamente y vea si las cosas que usted está haciendo nacen del simiente divino de Dios en su corazón, resultando en una vida santa y piadosa, o si nacen de un corazón malo de incredulidad que resulta en practicar el pecado y la iniquidad.

Y si usted sabe que ha sido transformado a una nueva criatura, y el fruto de su vida lo demuestra sin duda alguna, entonces regocíjese y reciba la seguridad de fe por medio de estas palabras del Señor Jesús.

Pero si usted ve que no ha sido transformado a una nueva criatura, entonces tema; tema a Dios con todo su corazón, humíllese ante él, renuncie su pecado, arrepiéntase de sus propios caminos, deje sus obras perversas y acuda solo a Cristo en una fe viva, confiando con todo el corazón que él le puede salvar.

Clama a él para que comience esta obra de gracia en usted. Invoca al nombre del Señor en desesperación y en una fe simple, confiando en Sus promesas de que puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios.

El tiempo de ser convertido es ahora, antes que el gran Señor de la cosecha regrese con un hacha en Su mano. “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego” (Mateo 3:10).

© Pedro Gutierrez. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Bosquejos Bíblicos

2 comentarios en «Árbol Bueno, Árbol Malo»

Deja un comentario