3. Los espinos que crecieron (vers. 31)
- Son los malos hábitos, el mal carácter, las malas costumbres.
- Todas aquellas cosas que debieron cortarse hace tiempo y no se hizo.
- Todas aquellas cosas que de raíz debieron cortarse y no se hizo.
¿Qué espinos hay en tu matrimonio? ¿Qué espinos crecieron entre tus hijos?
“Ortigas habían ya cubierto su faz”, Ortiga es una planta caracterizada por tener unos pelos (picante) que liberan una sustancia alcalina que produce escozor e inflamación en la piel.
4. Destruidos los cercos (vers. 31)
“Su cerca de piedra ya estaba destruida”, ¡esto no nos puede pasar! Los muros que protegen nuestra familia no pueden estar caídos. Los que guardan nuestro matrimonio.
¿Están destruidos los cercos de tu matrimonio hoy? ¿De tu familia?
Muchos ya saben hace tiempo que hacer, pero se engañan a sí mismo con excusas y argumentos para no accionar ya. El diablo les esta robando su familia y ellos no accionan. El diablo esta destruyendo tu familia y vos seguís sin reaccionar. ¡Despierta!
CONCLUSION:
Si hay algo en lo que no podemos rendirnos, donde no podemos ser perezosos es con nuestra familia. Familia no se levanta automáticamente, familia no se consagra porque sí. Requiere trabajo, esfuerzo, dedicación, atención.
Hagamos nuestra parte, enseñemos a nuestros discípulos a hacerlo. Y transformemos el verss. 33-34 haciendo así:
-Un poco mas de esfuerzo, trabajando otro poco, poniendo mano sobre mano para empujar con más fuerza; así vendrá como caminante tu bendición, y tu riqueza como hombre armado”
© Esteban Wiens. Todos los derechos reservados.
