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Haciendo el bien

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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Haciendo el bien

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy:  “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamosGálatas 6:9

Introducción

La biblia dice que lo que el hombre sembrare, eso cosechará. ¿Qué hemos estado sembrando hasta este momento? eso que respondimos, eso nos vendrá en un futuro cercano. Y no solo regresará a nosotros de la forma en que lo dimos, sino que será multiplicado. Si fue bien, bien recibiremos, si fue mal, mal recibiremos. 

1) Haciendo el bien – Sigamos la paz (Salmo 34:14)

Dios nos invita a que sigamos la paz. Pero la paz de Dios es integral. No solo es paz interior con uno mismo, es principalmente paz con Dios, luego con nosotros mismos, con los que nos rodean y con toda la creación. Dios quiere que estemos en paz con todas las cosas. Eso es algo difícil de lograr pero con la ayuda de Dios no hay nada imposible.

2) Sigamos la santidad (1 Pedro 1:16)

Dios nos invita también a que seamos santos. Para un ser humano es imposible, pero por eso Jesucristo hizo el sacrificio en la cruz del Calvario, para perdonarnos por el derramamiento de su sangre y por la justicia que viene por fe. Debemos entonces consagrar nuestra vida al Señor y pedirle que nos ayude a llegar a la altura del varón perfecto.

3) Haciendo el bien (Salmo 34:14)

En muchos pasajes en toda la biblia Dios nos habla para que seamos buenos. Principalmente con los menos favorecidos debemos mostrar el amor de Dios dentro de cada uno de nosotros. Debemos hacer el bien a los demás, así como hemos recibido de Dios por gracia, debemos dar a los demás sin esperar nada a cambio. Dios se agrada cuando sus hijos le obedecen y son generosos con los demás. Principalmente con los hermanos en la fe debemos mostrar esa gratitud a Dios en buenos actos.

4) Haciendo el bien – No nos cansemos

Hacer el bien a los demás puede ser cansado, principalmente cuando no tenemos ni una gratitud a cambio. Pero si hacemos bien a alguien no debemos esperar nada a cambio, pues es el favor de Dios que obtenemos cuando de todo corazón ayudamos a los demás. Dios pues nos aconseja que no nos cansemos de hacer el bien, aunque no veamos el fruto en el momento debemos perseverar en mostrar ese amor de Dios. 

5) A su tiempo

Pues al tiempo de Dios, esos buenos actos, esas misericordias que mostremos a los demás, tendrán suficiente raíz, estarán bien fundadas en el Señor. No es el tiempo humano, no es cuando alguien quiera, es cuando el Señor quiere darnos del fruto de lo que sembramos. Por eso mismo nos dice que no nos cansemos de hacer el bien, sigamos haciendo el bien. Y cuando la recompensa de Dios llegue a nuestra vida, debemos continuar haciendo el bien a los demás. Pues a eso nos ha llamado Dios, a ser hijos de luz a las naciones. 

5) Haciendo el bien Segamos lo que sembramos (Gálatas 6:7)

Si hacemos mal, mal recibiremos. Si hacemos el bien, bien recibiremos de Dios. Dios ha determinado esa ley en el universo, la ley de la siembra y la cosecha. Si sembramos un árbol de manzanas, no podemos cosechar durazno. Así es con toda nuestra vida, todo eso que sembramos algún día, en el tiempo de dios, lo recibiremos de vuelta. Exactamente lo que nosotros demos, eso también recibiremos de vuelta. Esta no es una ley humana sino divina, la cual, no puede ser quebrantada. 

6) No desmayemos Haciendo el bien

A su tiempo, segaremos el bien que hayamos sembrado. Pero no debemos desmayar. Jesús nos dijo que el que persevere hasta el fin alcanzará la salvación. Perseveremos entonces hasta el fin de los tiempos, haciendo el bien, ayudando al que lo necesita, sin esperar nada a cambio y en el tiempo de Dios cosecharemos de sus bendiciones. Toda bendición procede de Dios y Él nos recompensará no con la medida que nosotros dimos, sino con la medida de Dios, la cual es mucho más abundante que la nuestra.

Conclusión

Hacer el bien a los demás puede ser agotador y cansado, pero Dios nos invita a ser buenos, a que hagamos el bien a los demás sin esperar nada a cambio.  Nos motiva Dios también a no cansarnos, a que permanezcamos con un corazón lleno de amor por las almas, amor por los demás y no debemos desmayar ni disminuir ese amor. 

Sabemos que Dios ha determinado el universo para que así como somos con los demás, así los demás harán con nosotros. Por lo tanto debemos procurar la paz y el bien con los demás. Pues eso que sembramos en otros, en el tiempo de Dios regresará multiplicado a nuestra vida. Más nos vale que lo que estemos sembrando sean palabras de aliento, consejos basados en la biblia, bienes a los que no tienen y principalmente mostrando a Cristo a los demás. 

No desmayemos de hacer el bien, debemos ser generosos, aunque nos duela debemos seguir obedeciendo el mandato de nuestro Señor y ser imitadores de su misericordia y bondad. Jesús nos dejó el mejor ejemplo cuando se entregó totalmente por los demás. Jesús se entregó por toda la humanidad para que alcanzaremos la salvación de nuestra alma. Seamos pues imitadores de Cristo y seamos buenos con las demás personas. hagamos el bien a todos.

© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados.

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