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Jesucristo vino a salvar el mundo

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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Jesucristo vino a salvar el mundo

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de hoy: Juan 3:16

Introducción

La Biblia está llena de historias del amor y la gracia de Dios, pero ninguna más poderosa que la historia de Jesucristo que vino a salvar al mundo. Esta historia es un testimonio del poder del amor y la misericordia de Dios, y es el mensaje de esperanza y redención que resuena en tantos.

Juan 3:16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. En este bosquejo, exploraré las implicaciones de esta poderosa declaración y discutiré cómo Jesucristo es la máxima demostración del amor y la misericordia de Dios.

Analizaré el significado del versículo, la importancia de la fe, y las implicaciones del sacrificio de Jesús. Mediante el examen de las Escrituras, el contexto histórico y el testimonio personal, explicaré cómo la venida de Jesús para salvar al mundo es un ejemplo del amor y la gracia infinita de Dios.

En los siguientes párrafos, explicaré cómo Jesús es el único camino a la salvación, cómo la fe es esencial para aceptar esa salvación y cómo el sacrificio de Jesús cambió el curso de la historia humana.

I. Significado del versículo

Debemos prestar mucha atención a cada expresión de este versículo porque todas contienen detalles muy valiosos. Por ejemplo, cuando dice: “De tal manera amó Dios al mundo“, debemos apreciar el énfasis de Juan en la magnitud y naturaleza de ese amor. Juan no puede ocultar su asombro al acercarse a pensar en el amor de Dios por este mundo hostil.

Se nos anima a considerar cuánto y gloriosamente Dios nos ha amado (1 Juan 3:1). Esto necesariamente debe hacer que lo adoremos de todo corazón. Y también recordar que si amamos a Dios en algo, debemos admitir que es porque Él nos amó primero (1 Juan 4:10). No olvidemos nunca que Su amor nos hace posibles.

No hay hombre fuera del amor de Dios, por muy bajo que haya caído. Es cierto que no somos dignos de tal amor, pero Dios abre la puerta de la salvación a todas las personas por igual. Este amor no distingue entre personas (Romanos 2:11). Así que el amor de Dios incluye a toda la humanidad sin distinción.

II. La importancia de la fe y las implicaciones del sacrificio de Jesucristo

La muerte de Jesucristo fue un momento crucial en la historia, y sus implicaciones todavía se sienten hoy. La muerte de Jesucristo dividió la historia de la humanidad por siempre, ya que el tiempo es siempre medido Antes de Jesucristo (a.C.) y Después de Jesucristo (a.d.). El sacrificio de Jesús fue una demostración del amor de Dios por nosotros, y su deseo de que seamos salvos de nuestros pecados.

No se puede exagerar la importancia de la fe en la vida de un cristiano. El sacrificio de Jesús fue un acto de amor supremo, y las implicaciones de eso son de gran alcance. Nos enseñó sobre el poder de la fe (Mateo 17:20-21), el poder del perdón (Mateo 6:14–15) y la importancia de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37–39). Es esencial que nosotros, como cristianos, entendamos estas lecciones y vivamos nuestras vidas de acuerdo con ellas (Santiago 1:22-27).

III. Jesucristo es el ejemplo del amor y la gracia infinita de Dios

Jesucristo es el máximo ejemplo del amor y la misericordia de Dios. Su vida y sus enseñanzas demuestran cuánto se preocupa Dios por la humanidad, y hasta dónde está dispuesto a llegar para traernos de regreso a Él. Al mirar a Jesús, podemos ver cómo entregó su propia vida para salvarnos y cómo nos mostró el camino hacia una vida de gozo, paz y propósito. Como cristianos, podemos obtener un gran consuelo al saber que no importa los errores que cometamos, Dios nunca nos rechazará.

Jesucristo es un ejemplo perfecto de este amor y gracia incondicional. Él nació de una virgen (Isaías 7:14; Mateo 1:18-25), y vivió una vida sin pecado (1 Pedro 2:22), pero aun así fue crucificado por los pecados de la humanidad (1 Pedro 3:18). Su muerte y resurrección sirven como un poderoso recordatorio de que Dios siempre está listo y dispuesto a perdonarnos y nunca abandonarnos.

III. Jesucristo es el único camino a Dios

Esta es una creencia fundamental del cristianismo que a menudo se pasa por alto en el mundo actual. En la Biblia, Jesús mismo afirmó ser el único camino a Dios, declarando en Juan 14:6: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. Como cristiano, es importante comprender, aceptar y proclamar esta verdad a los demás.

Conclusión

Creemos firmemente que Dios nos diseñó para experimentar Su amor y tener fuertes conexiones humanas. Para empezar, es fácil: acepta a Jesús y su amor, perdón y compañía. Para experimentar la misericordia de Dios y renacer de nuevo, debes aceptar a Jesús como tu Salvador.

Si está listo para confesar su fe y comenzar tu caminar con Dios, todo lo que necesita hacer es arrepentirse de sus pecados y creer en Jesús para su salvación y vida eterna. Puedes decir una oración de salvación como esta:

Querido Señor Jesús, estoy consciente de que soy un pecador y pido Tu absolución. Acepto que moriste por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Me arrepiento de mis pecados, y te invito a mi corazón y vida. Elijo tener fe en Ti y obedecerte como mi Señor y Salvador. Amén.

Recuerda, no son las palabras de la oración las que te salvan; es el arrepentimiento y la confianza en tu corazón lo que asegura la salvación. Si dijiste esa oración hoy entonces, ¡bienvenido a la familia de Dios!

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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