Alabale

Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

Cada día nos regala, aun sin pedírselo, razones más que suficientes para que nos quejemos (Yo al menos no creo que sea pecado). El carro que se nos rompe, el jefe que no nos considera, en Cuba hay razones más que suficientes para quejarnos, pensando en el que comeremos hoy, el salario que resulta escuálido, la esposa incomprensible, el amigo que no cumple sus promesas, en fin, que si pretendiéramos hacer un listado de aquellas cosas que nos agobian hasta el límite de la queja, tendríamos que escribir un libro y no un devocional.

¿Es malo que aquellos que han tenido un encuentro con Dios se quejen?

En el párrafo anterior ya comenté que no. Somos seres humanos sujetos a las mismas necesidades y vivimos bajo el mismo cielo que los impíos.

De hecho las escrituras dejan por sentado que en medio de nuestras aflicciones el Dios todopoderoso estará con nosotros ¡Qué maravillosa promesa! Pero fíjese, habrá aflicciones, aún cuando muchos cristianos para predicar, lo hacen aseverando que aquellos que reciban a Jesús como salvador serán librados de todos los males de este mundo.

Es por esa razón que en muchas ocasiones predicamos un evangelio a la carta. Cada cual decide que predicar y es esa la razón por la que algunas personas se centran en diferentes temas que definitivamente carecen de un mínimo sentido de aquello que es razonable.

Unos predican que no tendremos problemas económicos, otros que tendremos garantizada la salud, que mejoraremos en todas las áreas de la vida. Dicho en otras palabras, un evangelio color de rosa. Esa y no otra es la razón por la que muchos llamados “cristianos”, viven quejándose, porque se centran en las vicisitudes de la vida y olvidan todos los beneficios que Dios en su inmensa misericordia nos regala cada día.

Cada día Dios nos depara nuevos y bellos regalos.. Con todas las dificultades que existen, tenemos un techo donde pasar la noche, una cama donde descansar, el alimento que necesitamos, personas que nos aman, familias saludables, y otras tantas cosas por las que estar agradecidos, gracias a su misericordia y su amor.

¿Tienes motivos para alabar a Dios cada mañana?, Céntrate entonces en lo que el Señor te da, esfuérzate por alcanzar tus metas, disfruta lo que tienes y mira cada día al cielo y extiende tus manos en señal de agradecimiento; seamos agradecidos, entonemos alabanzas, elevemos acciones de gracia y hablemos a otros de su bondad.

Versículo para el día:

“…Me gozaré y alegraré en tu misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las angustias…” (Salmos 31:7)

La alabanza es mucho más que gritar gloria a Dios. Es reconocer que Dios no es un jefe que nos deja solo en nuestras batallas.

© Francisco Medina

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