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El Pastor de Niños

Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

Hilario, quien era procedente de la región más montañosa del país ahora se encontraba estudiando para ser un Pastor en una ciudad en el centro del País.

Hilario, había sentido en lo más profundo de su ser que esa era una misión que en su vida debía llevar a cabo, pero ¿cómo lo sabía? Muchas personas se hacen esta interrogante: ¿qué debo hacer o para que soy llamado en esta vida?

En todo esto interviene los ambientes y las personas a nuestro alrededor que influyen positivamente en nuestras vidas.

Desde su niñez Hilario nunca había olvidado a Don José quien había sido el pastor de la iglesia y desde el púlpito un día que dijo a toda la congregación de adultos, ancianos, jóvenes y niños dijo: –pido perdón a Dios y a la iglesia que son ustedes, por no haber hecho las cosas como deben ser, lo digo porque no he sido un pastor de Niños, me he dedicado a ser un pastor de personas grandes. Les he dejado a los maestros de la escuela dominical toda la carga. Espero que un día se levante un pastor de niños, y cuando digo niños, es que debe ser bendición empezando en los niños y si tiene éxito en los niños impactará a todas las edades.

Esto fue como un mensaje de despedida de aquel anciano Pastor de aquella hermosa iglesia, que había sido de mucha ayuda en aquella pequeña comunidad de donde procedía este joven.

Esto es lo que Hilario recordaba desde su niñez y ahora tenía el reto de ser ese pastor que no había existido, sabiendo que un pastor es un guía, pero muchas veces los niños son los menos tomados en cuenta ya sea por su corta edad, porque no trabajan, no diezman, parece que no aprendiesen o se ven tan pequeños que no había mayor inversión en ellos.

Hilario hablo con uno de sus maestros en el seminario y le planteó dicho deseo, el maestro le dijo:– nunca se me ha ocurrido que haya un pastor de niños.

Inmediatamente Hilario le contesto: –Pero profesor porque si decimos pastor de jóvenes, ¿será que esta mal dicho?
El profesor se quedó pensando, levanto la mirada hacia el horizonte, como buscando una respuesta que poder darle a Hilario; finalmente le dijo: –Hilario estas en todo tu derecho a ser quien Dios quiera que seas para su uso de honra.

Hilario le dijo: –Profesor, siempre he pensado que los niños son algo tan especial, son frágiles, si les instruimos e invertimos en ellos, eso será el éxito para que nuestra sociedad aun sea más piadosa y estaremos realmente predicando no solo al presente, si no al futuro. Ellos absorben aun más que cualquier edad, su mente es un recipiente nuevo, con poca información, con deseos de llenar su mente de más información, pero si no llenan de la información correcta entonces ellos serán los que destruyan su propio futuro y sus generaciones aun serán más cortas en edad para vivir.

El profesor estaba sorprendido con esa posición y pasión que Hilario tenía en su mente y corazón. Finalmente el profesor le pregunto a Hilario: -¿cómo has pensado llevar a cabo este proyecto Hilario? ¿Cómo es que serás un pastor de niños?

Hilario le quedó viendo a los ojos y puso la mano sobre el hombro del profesor de Biblia y le dijo: –estoy empezando a hacer mis enseñanzas desde el génesis con un enfoque a los niños, y sé que si un niño lo entiende, entonces, un adulto, un joven y un anciano lo puede entender, porque todos ellos ya han pasado por esa edad de ser niños.

Entonces el profesor le dijo: –¿pero has considerado que eso sería regresar atrás con muchas personas? Hilario metió su mano a la bolsa y sacó un versículo que tenía laminado que se leía: Proverbios 22:6 “…Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él…”

Le dijo al profesor: — este versículo me ha hablado por años después de la predicación de mi pastor hace muchos años y he pensado que todos debemos entender el mensaje de una manera que si un niño lo entiende posiblemente todos lo puedan entender, ese es mi punto y no es necesariamente que la iglesia sea exclusivamente de niños físicos, pero debo verlos en ese contexto con el único objetivo que mi punto de partida sean los niños y que esa palabra sea penetrada en los corazones de todos. El profesor de biblia se rasco la cabeza casi incrédulo de aquello que acababa de escuchar y le dijo:

–Realmente Hilario me has dejado sorprendido con esa forma de ver tu ministerio, creo que es algo muy especial y debes aun hacer un mayor esfuerzo para enseñar a un niño que a un adulto, porque los niños aceptan todo o casi todo y debes también prepararte al doble, pero los adultos no, solo toman lo que quieren a veces de la palabra de Dios y se aplican lo que les gusta y lo que pensamos que no es para nosotros no, sin embargo todo es para nosotros, en cambio los niños todo lo toman como si fuera para ellos y hacen el grande esfuerzo de cumplirlo.

El profesor estaba muy curioso de esas enseñanzas para niños y le pregunto a Hilario: –¿me puedes dar en tu lenguaje para niños sobre Génesis 1:1 “…En el principio creo Dios los cielos y la Tierra…”, como seria tu bosquejo?

Hilario tomo un papel y comenzó a dibujar una mano que dibujaba un firmamento con estrellas y además la tierra.

Esto significa: — Dios creó los cielos y hace alusión a la tierra no a otro planeta por eso he dibujado solo la tierra en el inmenso firmamento pues ese debe ser nuestro verdadero enfoque la tierra de donde somos tomados y estrado de los pies de Dios y los cielos su morada no enfocarnos en otros astros o buscar aquello que no se nos dice que debemos buscar para no extraviarnos, lo demás es para que le exaltemos aun mas.

Dios de la nada hizo algo para disfrutarnos y que disfrutáramos y primero empieza creándolo todo para finalmente crear al hombre, solo para que disfrutara y se maravillará de lo que se creó para que el pudiese acostarse en el suelo y desde allí ver las estrellas desde la tierra y decir gracias Dios todopoderoso.

Dios desde el principio siempre ha hecho algo por y para nosotros así como un verdadero padre hace un mundo mejor para sus hijos y les dice esto es lo de ustedes enfóquense en esto no en las casas vecinas porque eso no es de ustedes.

Hilario era una innovación de pensamiento que por primera vez alguien como su pensar, pasaba por aquel seminario.

El profesor le dijo: –Gracias Hilario por esa ilustración la he entendido a la perfección. Ojalá un día vea tus bosquejos dirigido a los niños, te deseo lo mejor sigue preparándote mucho. Gracias replicó Hilario.

Hilario estaba con su pasión aun más motivada por las palabras de uno de sus maestros.

Hilario finalmente se graduó de maestro de Biblia y 2 años más tarde se unió en matrimonio y fue ordenado como Pastor y todos le decían el pastor de Niños, por sus enseñanzas tan sencillas e impactantes que todos podían entender aun los viejecitos donde el humor de las personas revivía y no tenían rostros de sabelotodo o enojo, sino que parecían niños queriendo saber aun mas de esa palabra sazonada o condimentada con el mayor aliciente e ingrediente que era el Amor que brotaba de la palabra de Dios.

Esa nueva forma de predicar y enseñar fue tan especial que todos estaban aprendiendo aun más rápido aquellas cosas que estaban ocultas, pero Hilario nació para enseñar a todas las edades. Ese era el Pastor de niños que llego a sobresalir por esforzarse y dar aun más de lo que tenía que dar.

Dios llevó a Hilario a ser un predicador de mucho renombre en toda aquella región, donde todos lo invitaban a dar conferencias las cuales eran sencillas y era volver a lo básico de donde muchas veces nos hemos alejado.

Esto nos enseña que muchas veces Dios da nuevos horizontes para que su palabra sea entendida y no creamos que ya todo esta dado, si dejamos que Dios actúe volverá a hacer nuevas y grandes cosas para glorificar su nombre a pesar que sea aburrido o gravoso para otros que no quieren desaprender y reaprender.

Dios aun tiene planes y hace que las personas que dispongan en su corazón ser de uso para Él, entonces Él les exaltará para Honra y Gloria de Él.

“…Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis…” Jeremías 29:11

© Mauricio Loredo

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