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Cuidado con los chismosos

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Sin duda alguna a cualquiera que sea tildado de chismoso, habrá ganado un título difícil de quitarse de arriba porque a diferencia de cualquier otro, no tendrá que ser puesto en un cuadro o en la pared para que sea visto.

El mismo será un baldón que llevaremos mientras hagamos resistencia a cambiar esa conducta tan dañina. Si buscamos en el diccionario Aristos de sinónimos y antónimos, encontraremos algunos adjetivos con los que se suele identificar al chismoso que pondrían rojo de vergüenza al más depredador de esta especie.

El Diccionario Aristos dice en relación a los chismosos entre otras acepciones : Embarrador, marañero, corredor de orejas, cotorrero y correveidile y muchas más que no menciono por falta de espacio.

En Cuba existe un tipo de chismoso, cuya especialidad es la de acercarse a los jefes para dar información de lo que otros hacen, con el marcado interés sea verdad o mentira, de escalar puestos aun cuando para lograr sus malsanos propósitos tenga que pasar sobre la cabeza de algunos.

Generalmente son personas carentes de talentos para los cuales este es el mejor método para alcanzar notoriedad en el sistema de valores de este mundo. Este tipo de personas inescrupulosas solemos llamarle aquí “tarugones”.

El tarugón siempre encontrará la manera de estar cerca del jefe para ser visto por él, de convertirse en su sombra, de hacerse imprescindible, y en muchas ocasiones estará a la caza del jefe para entablar conversación con él, aun cuando sean diálogos intrascendentes, lo importante para ellos es que los jefes sepan que los tienen en alta estima y que son muy importantes.

Seguro que usted es de los que dicen “menos mal que somos cristianos. Disculpe pero le tengo una mala noticia y es que la iglesia no está exenta de esta enfermedad, y yo hasta diría que su efecto es aún mayor, porque las personas fuera de la iglesia muchas veces la única Biblia que leerán es a nosotros, pero una Biblia con errores y mal interpretada le es de muy poco provecho al mundo sin Cristo.

Los chismosos hacen mucho daño. Muchas de las contiendas entre los seres humanos son provocadas por ellos. Los amigos se pelean, los matrimonios se rompen, las familias se distancian y hasta las iglesias se dividen. No les demos cabida en nuestras vidas a esas personas.

¿Eres de estos o conocen a alguno así?, No pidas alcanzar gracia ante los hombres de esta manera. Pídele a Dios dones, gracia y sabiduría, y si los jefes en el mundo o los líderes en la iglesia no te reconocen, al menos arráncale un guiño del ojo al Padre. No oigas al chismoso, ni te hagas eco de lo que dice. Detén todo chisme, y aclara cualquier situación que pueda crear un conflicto.

Versículo para el día:

“…El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos…” Proverbios 16:28

No te dejes confundir, ser chismoso te agravia, pero el buen proceder arranca el aplauso del cielo. ¡Huye de los chismosos!

© 2016, Francisco Medina.

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