Bosquejos Bíblicos
Predica de Hoy: Siete milagros de Cristo en la cruz – Parte 4
Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: “…El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. 55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, 56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo…” Mateo 27:54-56
INTRODUCCIÓN:
Gracias doy a Dios que me permite llegar a la parte final de esta serie “SIETE MILAGROS DE CRISTO EN LA CRUZ” hoy consideraremos el séptimo milagro.
7. CONVERSIONES MILAGROSAS (Mateo 27:54)
Mateo 27:54 “…El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios…”
A. Tenemos primero la conversión salvadora del “malhechor” o ladrón.
Lucas 23:39-43 “…Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. 40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso…”
NOTA: El término “paraíso” (vers. 43) es una palabra antigua persa, que traduce como jardín y es sinónimo de cielo.
2 Corintios 12:2-4 “…Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar…”
B. También tenemos la conversión del “centurión”
(cien soldados a cargo o una centuria) y los que estaban con él custodiando a Jesús y todos dijeron:
“…Verdaderamente este era Hijo de Dios…” (Mateo 27: 54).
C. En el caso específico del “centurión” dio gloria a Dios y dijo:
“Verdaderamente este era justo o inocente”
Lucas 23:47 “...Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo…”
NOTA: El “centurión” era el encargado de los soldados que arrestaron a Jesús el jueves por la noche y quienes se quedaron con Jesús para que no escapara o nadie se lo llevara. Y estuvieron con Él en los juicios políticos y religiosos que le hicieron a Cristo. Ellos habían sido los que se burlaron, escupieron y le pegaron.
D. Ellos (los soldados) eran hombres sin misericordia y endurecidos y trataron al Señor como el peor de los malhechores.
- I. Echaron suertes para quedarse con la ropa de Jesús.
- II. Se sentaron para verlo morir (como a los otros),
- III. Escucharon todas las palabras que Cristo expresó desde la cruz, etc.
E. Después ellos experimentan lo imposible e inesperado:
Algunos de los milagros de Cristo en el calvario (la oscuridad, el terremoto, las rocas partidas).
F. Es en este contexto cuando los soldados y el centurión dicen:
- I. “…verdaderamente este era Hijo de Dios…” (Mateo 27:54).
- Tal vez se lo habían oído del mismo Señor.
- Juan 19:7 “…Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios…”
- Tal vez se lo habían oído del mismo Señor.
- II. “…y verdaderamente este hombre era justo…”
- Salmos 16:10 “…Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción…”
Isaías 53:11 “…Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos…”
¡Así se registra la conversión de estos que tanto daño le hicieron al Señor Jesucristo!
¡Ellos llegaron a la fe, en el momento mismo que Cristo murió!
CONCLUSIÓN:
Que maravilloso que aún en el calvario Cristo hizo estos milagros.
© Simeón Caicedo Castaño. Todos los derechos reservados.
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