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Sed santos, porque yo soy santo

Bosquejos Bíblicos

Prédica de Hoy: Sed santos, porque yo soy santo

Bosquejos para Predicar Texto Bíblico: “Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.   1 Pedro 1:16

Introducción

Una vez que le entregamos nuestra vida a Jesús, ya no hacemos parte del mundo. No caminamos como ellos hacen, no hablamos como ellos y nuestra vida empieza a tener un nuevo propósito. También tenemos una gran responsabilidad y un nuevo estilo de vida que demanda ser diligentes y tener un buen testimonio.

Nuestra vida toma un nuevo rumbo. Toda nuestra vida ha sido transformada por Dios, ya no queremos hacer las cosas como antes. Sino, que ahora nuestro deleite es hacer lo que al Señor le agrada.

Esto significa que debemos ser mejores de lo que fuimos en nuestro pasado y demostrar en todas las áreas de nuestra vida lo que Dios ha hecho por nosotros y en nosotros.

I. Ser santos requiere ser consagrados

La palabra consagrado, quiere decir apartado. Esto quiere decir, que nosotros hemos sido apartados para Dios, vivimos conforme a su voluntad, y ya no hacemos las cosas por nuestra propia cuenta, al contrario, dependemos totalmente de Dios.

El ser consagrados a Dios conlleva una gran responsabilidad para nosotros los creyentes. Dios es quien toma el control de nuestra vida. Él nos impulsa a tomar las decisiones correctas, y nos lleva por el camino del bien.

Pero al final siempre somos nosotros quienes tomamos la elección de hacer algo. Dios nos muestra el camino pero somos nosotros los que escogemos si ir por ese camino o no.

Igual pasa con toda nuestra vida, ya somos apartados para Jesús. Quiere decir, que debemos tener un buen testimonio y hacer cosas que sean agradables ante los ojos de Dios. Somos nosotros quienes elegimos hacer lo correcto, quienes ayudamos a otros por amor, o simplemente hacemos las cosas porque nos nace de corazón.

Por otro lado, si ya estamos en el cuerpo de Cristo, pero seguimos haciendo cosas que no agradan a Dios, no podemos esperar que esto lo haga feliz. Él mismo nos da discernimiento para entender todas las cosas.

No podemos seguir caminando como los demás. Somos diferentes, nuestra vida ya no está ligada a cosas terrenales. Al contrario, todo lo que hacemos es por Dios y lo que ahora importa más son las cosas celestiales que sí son eternas.

II. Para ser santos necesitamos estar limpios

Ser limpios y sin mancha no quiere decir que tengamos que ser perfectos. Eso es imposible ya que somos humanos, y por naturaleza cometemos errores. Aunque intentemos hacer las cosas muy bien, algo no siempre saldrá bien, y eso es normal. Pero la intención con que hagamos cada cosa es lo que cuenta. Nuestro corazón es más valioso para Dios que cualquier otra cosa. (Romanos 8:27)

Muchas veces nos podemos contaminar de cosas que no son de Dios. Como por ejemplo fumar, beber, tener adicciones a los juegos, pornografía, tabaco, brujería, etc.

Estas cosas son aborrecidas por el Señor y si hacemos algunas de ellas, nos estaremos manchando de esa suciedad (Gálatas 5:19-21). Es algo que a simple vista no se ve pero que contamina por completo nuestro corazón y nos aparta de Dios. Estas cosas alejan a Dios de nosotros y nos aparta del camino del bien.

Dios desea que nuestro corazón, nuestra mente, y nuestro cuerpo estén limpios completamente, porque solo los que están limpios pueden ver las bendiciones de Dios y pueden disfrutar de las cosas que él nos quiere regalar. Si estamos sucios, tenemos la opción de ir al mismo Jesús y pedirle que nos limpie de nuestros pecados, que sane nuestras heridas y ponga dentro de nosotros cosas que a él le agraden.

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