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La violencia en el mundo

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Prédica de hoy: La violencia en el mundo

Texto Bíblico Principal: “Por tanto así ha dicho Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que su corriente quede seca” Jeremías 51: 36

Introducción

Todas las personas que viven en este mundo hemos sufrido algún tipo de violencia. Ya sea física o verbal, es una de las peores experiencias que existen. Sentimos impotencia, incluso ira y deja rastros de rencor en nuestra alma.

Los violentos contaminan, arremeten ante lo que ven vulnerable y tratan de dañar. Ningún fin motivo justifica un acto tan feroz. Dios lo abomina, pues esto es acción del pecado del que se nos advierte en las escritura.

La buena noticia es que no andamos solos por este mundo [1]. Debemos confiar en que Dios es nuestro defensor e intercede por nosotros [2]. La violencia es temible, pero Dios es mucho más poderoso.

I. ¿Qué encontramos en las escrituras sobre la violencia?

“Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia” Ezequiel 7:23

En numerosas ocasiones la Biblia nos explica que Dios no respalda la violencia. Todos tenemos la oportunidad de arrepentirnos. Pero mientras estemos en pecado, estamos fuera de la verdad.

Solo hace falta encender los noticieros para darnos cuenta de que el mundo está lleno de violencia. Dios aborrece todos los crímenes pues se contradicen con Sus enseñanzas.

¿Alguna vez te han dicho que te falta maldad? Probablemente; es una frase que suelen decirnos a quiénes creemos en la palabra de Dios. Hermanos, no nos hace falta nada. Este mundo es el que desesperadamente necesita del amor infinito de nuestro Padre [3].

“Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece” Salmos 11:5

II. Tipos de violencia

“No aborrecerás a tú hermano en tú corazón; razonarás con tú prójimo, para que no participes de su pecado” Levítico 19:17

Existen distintas variantes en las que el pecado se manifiesta a través de la violencia. La escritura nos aconseja no la guardemos en nuestro corazón. Recordemos que los actos cometidos, son la expresión de lo que llevamos dentro nuestro.

Por ejemplo, el jefe airado que grita a sus empleados, no tiene amor en su corazón. No demuestra tenerlo ya que el amor tiene otros medios de expresarse, nunca el de la violencia.

Todos los tipos de violencia pueden sintetizarse en contradecir los mandamientos de Dios [4]. Sí amamos a alguien, jamás vamos a querer hacerle daño. El Señor nos dice claramente que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos [5].

III. ¿Quiénes ejercen violencia? (Marcos 7:20-23)

La realidad es que ninguna persona está libre de pecado [6]. Pero en cuanto nos hemos apartado de ese camino y buscamos a Dios, estamos lejos de la violencia.

Para respetar Sus leyes y preceptos necesitamos llenarnos de Su presencia. Asistir al encuentro de Su palabra, y en hermandad aprender de Él. Sin embargo, aquellos que no se arrepienten y dejan que su alma se contamine, son más propensos a ejercer violencia.

Quién se niega a conocer de Dios, llena su corazón de los deseos de la carne. El pecado se manifiesta a raíz de esto deseos. Sí miramos el contexto de algunos actos violentos, notaremos que sus ejecutores necesitan urgentemente de la vida spiritual.

IV. ¿Cómo defendernos de los violentos?

“Porque el defensor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti” Proverbios 23:11

En situaciones de violencia quisiéramos correr muy lejos e ir a un lugar seguro. Ellas dejan resultados negativos en nosotros y son difíciles de tratar. Pero Jehová nos prometió muchas veces que Él es nuestro defensor [7].

La violencia jamás se combate con más violencia, a pesar del rencor que podamos estar experimentando. Nuestro Dios es el encargado de hacer justicia [8]. Debemos poner en Sus manos aquello que nos atribula, y confiar en que Él se hara cargo de ello.

Nosotros mismos también debemos procurar estar lejos de la violencia. No visitemos los lugares en donde se desata. Debemos ser sabios y cuidar nuestros caminos para el nombre de Cristo.

V. ¿Cómo curar heridas causadas por los violentos?

“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas” Salmos 147:3

Después de salir de situaciones violentas debemos ser muy sabios con nuestras acciones. El mejor remedio nos los da la fe en Dios. Sí Él es quién nos defiende, confiemos en que también por la fe seremos sanados.

Para Él nada es imposible [9]. Durante y después de las tormentas, Su mano viene en nuestro auxilio.

Para concluir

En el principio Dios nos creó con la finalidad de ser Su obra. El pecado y la violencia no son parte de Su creación. Nosotros, debemos apartarnos de todo lo que termine en contiendas y actos similares [10]. Estos contaminan nuestro espíritu.

Mantengamos nuestras palabras y acciones libres de los deseos carnales del mundo. A través de ellos ocurren actos que Dios abomina. Sí de algo debemos estar seguros es que los violentos no heredarán el reino de los cielos.

Actuemos de la manera en que Jesús nos enseña, y Él será nuestro defensor. Sí estás atravesando violencia por parte de otros, pide ayuda a Dios y en Su nombre vendrán a salvarte. Él jamás desampara a los que le temen y buscan de corazón.

[1] Mateo 28:19-20
[2] Salmo 5:11
[3] 2 Crónicas 7:14
[4] Éxodo 20:1-17
[5] Marcos 12:30–31
[6] Romanos 3:23
[7] Salmo 7:10
[8] Romanos 2:6
[9] Lucas 1:37
[10] Filipenses 2:14

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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