Confía en Dios

Confía en Dios Él está a nuestro lado (Salmos 9:9-10)

Dios ha estado a nuestro lado siempre, obrando a nuestro favor. Sin darnos cuenta Dios mueve el universo para bendecirnos. Esa bendición que damos por sentada porque tenemos vida y nos levantamos cada día, eso es una bendición de Dios. Muchas veces ni agradecemos a Dios por un día más pero es un regalo que Él nos da. 

El Señor ha prometido estar con aquellos que le buscan, Él es nuestro refugio en tiempo de angustia. Aunque el mundo confíe en sus fuerzas, en su mente, en otras personas, la realidad es que todo en este mundo se acabará. Si ponemos nuestra confianza en las riquezas en algún momento desaparecerán, pero la bendición de Dios es para siempre.

Debemos pues evaluar donde está puesta nuestra confianza y si nos hemos desviado, aunque sea un poco, debemos volver al origen de nuestra bendición, debemos volver a Dios Todopoderoso.

El Señor ha prometido no desampararnos, en ningún momento de nuestra vida. Si a Él acudimos, Él ha prometido que nos dará socorro. En esa situación que no parece tener solución Dios puede obrar un milagro y sorprendernos con una salida donde no existía. Cosas maravillosas podemos ver si en Dios ponemos toda nuestra confianza.

Pero a veces también Dios obra de una manera que no comprendemos y nos preguntamos por qué el Señor permite esa situación. Debemos saber que los caminos del Señor son más altos que nuestros caminos y sus pensamientos son superiores a los nuestros.

Nosotros tenemos una visión limitada de todo el panorama que Dios conoce para nuestra vida. Como seres creados no podemos cuestionar al Creador por qué hace las cosas como Él quiere. Debemos aprender a confiar en Dios, a esperar en Él y tener la fe que Él obrará de la mejor manera. Ya sea que Él responda si o que responda no, en Dios siempre debemos confiar.

Agradecimiento al Señor (Salmos 16:11)

Al poner nuestra confianza primero en Dios obtenemos su favor. Dios se agrada de aquellos que confían en Él y le ponen siempre en primer lugar en sus vidas. Dios nos da un gozo que no se puede explicar con simples palabras, pues sobrepasa todo entendimiento humano. 

Dios nos da gozo aún en tiempos de aflicción, porque sabemos que a los que esperan en el Señor, todas las cosas les ayudan para bien. Vemos en su palabra como los apóstoles eran encarcelados, apedreados y perseguidos, pero el gozo del Señor no se apartó de ellos. En medio del dolor y de la angustia podemos tener el gozo del Señor, y es un gozo que nada ni nadie nos puede quitar.

Como dice la escritura ¿quién nos separará del amor de Dios?, antes somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. El amor de Dios se derrama en nuestra vida cuando le ponemos a Él en primer lugar. Confiemos pues en Dios, Él es nuestro refugio. 

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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