¿En que puedo ser más eficiente?

Devocionales Cristianos… Reflexiones Cristianas

El deseo de aprender y conocer de todas las esferas de la vida hace que el hombre logre una cultura multifácetica y universal. Hay personas que se limitan a estudiar solamente el campo que trabajan y aunque llegan a ser verdaderos expertos en esa área, no es menos cierto que son analfabetos en otras.

Otros por el contrario, quieren saber de todo con el mismo nivel y dado al desarrollo de los últimos tiempos, es totalmente imposible. Por ejemplo, Aristóteles fue una de las inteligencias más vasta que la humanidad ha dado y se dice que llegó a dominar todo el saber de su época. Fue el discípulo más destacado de Platón y después maestro de Alejandro Magno.

Bueno ese mismo Aristóteles no podría cubrir ni la cuarta parte del conocimiento de hoy, porque no le sería posible, teniendo aún su asombrosa inteligencia a su favor. De manera que el que presume ser especialista de todas las cosas, no es más que un maestro de todo y oficial de nada que mete la cuchareta en todo y resulta un pedante al final.

El rey Luis XIV de Francia, fue muy inteligente e hizo de su país un campeón de las artes en su reinado; pero su vanidad lo trajo al extremo y pensó que podía saberlo todo, incluso hasta ser poeta cuando Dios no le dio este don.

En una ocasión compuso, a su juicio, los mejores versos del mundo. Se los mostró a sus aduladores ministros quienes le dieron, todos juntos, el visto bueno además de confirmarle que, efectivamente eran los mejores.

Mas el rey, que era autosuficiente; pero no tonto, solicitó la opinión de un verdadero poeta de la corte. Al examinar éste, los versos hechos por el monarca, pronto pudo darse cuenta de la mediocridad que contenían; ¿pero cómo expresarle este fatal mensaje al soberano?. La pregunta no era ¿quién le pone el cascabel al gato?, sino ¿cómo se le pone?.

El poeta meditó unos instantes antes de dar una respuesta que le pudiera costarle caro; pero como a él sí Dios le había dado el don de componer bien, dijo:

-Su Majestad es tan poderosa que todo lo puede, hasta lo imposible. Tanto como que siendo un gran poeta, ha querido hacer versos malísimos y lo ha conseguido, naturalmente.

Es muy bonito tener una cultura general mediante la cual podemos interpretar diversos temas, como también que en cualquier marco podamos dar nuestra modesta opinión. Además porque teniendo un conocimiento universal de las cosas somos más prácticos a la hora de ejecutar lo específico; pero sin llegar a creer que somos perfectos en todo.

La palabra de Dios dice que según el mismo espíritu se nos repartió diferentes dones: a uno, el de palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia; a otro, fe; a otro, dones de sanidades; a otro, el de hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lengua; y a otro, interpretación de las lenguas. 1 Corintios 12: 8-10.

Como podemos ver, todos según el mismo espíritu; pero repartidos de forma diferente, y aunque sabemos que muchas veces el espíritu nos usa en otros dones, debemos ser disciplinados y estar prestos a discernir en cuáles se nos quiere usar.

© Antonio Fernandez. Todos los derechos reservados.