El ver

Allí se está frente al Libro de la vida que es Jesucristo mismo, quien es la palabra viviente y quien es el único patrón o modelo de nosotros y allí está frente a nosotros abierto ese libro de la vida, el único que puede moldear el material genético de cada ser humano si este se lo permite al entrar el unigénito o sea el único Gen de Jesús espiritualmente injertado en la vida del hombre o mujer y así llegar a adquirir la ciudAdán ía celestial o mejor dicho, su verdadera configuración que tuvo en el jardín del Edén y que debido a la enseñanza falsa de conocimiento que el árbol le dio al modificar su material genético al comer del fruto prohibido.

Todo por un engaño, una mentira bien elaborada de Satanás, porque sabía pudo contemplar la belleza y propósito de nuestros primeros padres.

Vean la mentira de Satanás a Eva:

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Génesis 3:4-5 (RVR1960). Aquí está el engaño, estás son las mismas palabras que todos los engañadores dicen y se parecen a su padre Satanás por mentir, pues es el padre de la mentira.

En esos genes está escrito todo, no hay excusa, allí será expuesta a la luz en ese momento la Persona y dice el verso que será juzgado de acuerdo a todo lo que está escrito en su mismo material genético, ya que allí está todo registrado de su propia vida y enfermedades que puede o pudo la persona tener y lo que fue restablecido o no.

Pero observe que la persona es lanzada en el lago de fuego, no por lo que está escrito en su material genético, sino por no estar inscrito su nombre en el libro de la vida.

El mayor problema del hombre es no estar inscrito en Jesucristo por no reconocerle como su Señor y Salvador.

Recordemos que la vista (el conocimiento) hace que la audición (fe) pierda ese valor.

Veamos el pasaje:

  • Romanos 10:17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (RVR1960)
  • Salmos 139:16 “Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que {me} fueron dados, cuando {no existía} ni uno solo de ellos.

Vea este otro verso, que nos habla sobre la importancia de lo que está escrito y lo importante que es para Dios lo que está escrito:

Malaquías 3:16Entonces los que temían al SEÑOR se hablaron unos a otros, y el SEÑOR prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de El un libro memorial para los que temen al SEÑOR y para los que estiman su nombre.

Vea ahora Juan 3:16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Ahora vea Génesis 3:16A la mujer le dijo: «Cuando tengas tus hijos, ¡haré que los tengas con muchos dolores! A pesar de todo, desearás tener hijos con tu esposo, y él será quien te domine».” (TLA)

Vea ahora Colosenses:1:16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Estamos viendo la parte genética en todos estos versos que deben llamar su atención y ver qué Dios es científico también y más que eso obviamente, es el Señor de Señores y Rey de Reyes. Él creó todo todo lo que Ud. puede y no puede ver.

Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado (Colosenses 1:15).

Pero con tanta ciencia ahora producto del árbol del conocimiento del bien y del mal hemos abierto nuestros ojos, limitado nuestra visión y cerrados los oídos de nuevo a la fe, que nos llevaría a la verdadera visión.

  • Vea lo que dice en Jeremías. Jeremías 6:10¿A quiénes hablaré y advertiré, para que oigan? He aquí, sus oídos están cerrados, y no pueden escuchar. He aquí, la palabra del SEÑOR les es oprobio; no se deleitan en ella.
  • Ahora vea en Apocalipsis 3:20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

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