Principios y Prioridades

Mucha gente viene a congregarse, y cuando escuchan que se habla de dinero o se llama a la ofrenda y diezme se enojan, se ofenden y no vuelven más. Pero no se ofenden cuando compran pornografía, cuando compran licor, y cuando usan mal el dinero.

Y les ofende que el auditorio esté bien adornado, con buenas luces y lámparas, con sillas cómodas y buen sonido, y que la estética del lugar sea acogedora y elegante. Eso les molesta. No les ofende tener la pared de su casa con estuco o mármol más costoso.

En la Iglesia todo cambia y hay gente que cambia para mal. Vienen bien ricos prósperos y bendecidos materialmente, y al llegar y congregarse se volvieron tacaños y pobres para las cosas de Dios.

Si hay personas que se ofenden aquí mismo, porque yo hable de finanzas y economía del reino de Dios, me parece que Ud. tiene un problema. No debería ofenderse. Porque si Ud. le ofende cuando debe dar; me parece que por justicia y equilibrio tambi♪0n debe ofenderse cuando Dios le da y lo bendice.

Un punto que quiero señalar, es que hay personas en la congregación que vienen con la mentalidad que todo es gratis, que todo es regalado, y que Dios tiene o les debe, y entonces hay que darles todo. O la mentalidad que todo funciona de la nada, por el aire, o que las cosas se pagan solas, y el mantenimiento del lugar y los equipos lo hacen los Ángeles cuando está cerrado.

Hay gente que viene a la iglesia y no traen la mentalidad de dar sino que traen la mentalidad de que Dios es limosnero por eso dan limosnas a Dios; dan siempre lo que les sobra.

Considere lo que le voy a decir a continuación: Hay ministerios, siervos, pastores que su énfasis solo es dinero t finanzas. No enseñan de nada más. Y otros por el contrario nunca les enseñan o le hablan a la congregación sobre la economía del reino y las finanzas de Dios, y mayordomía del dinero porque les da temor de la gente.

Lo mucho o lo poco, puede llegar a destruir ministros o ministerios. Yo he estado creyendo desde el final del año pasado y al principio de este, y Ud. me ha escuchado, “Dios transfiere las riquezas de los Impíos a las manos de tus hijos.”

Todos los recursos y riquezas del mundo están concentrado en solo el 12% de la población. No puedo enseñar acerca de las riquezas y las finanzas, si no les hablo primero del propósito original de Dios con respecto a las riquezas. La intención original de Dios acerca de que el hombre sea prospero la vemos desde la creación, en el jardín (Génesis 1:26).

El hombre debía gobernar y desarrollar todo lo que implica estar a cargo, a partir de ideas. La prosperidad nació como una idea de Dios puesta dentro del hombre “a nuestra imagen y semejanza y señoree”.

Cuando Dios quiso traer todo lo del Cielo a la tierra hizo algo grandioso, algo maravilloso: Plantó un JARDÍN que tenía TODO lo que el Hombre necesitaría. Ese Jardín es la gran atmósfera donde la prosperidad sería no un fin, sino el resultado de las justicias y la obediencia al gobierno de Dios.

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