Tres clases de personas

La ofrenda en el AT era un don “regalo” levantado de cierta posesión a Jehová como símbolo de agradecimiento. Sin duda Adán les inculco este principio a sus hijos, les había enseñado honrar el nombre de Jehová con sus bienes, esto seria una forma de agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas.

Pero Abel también llevo una ofrenda a Jehová, Abel también quiso agradecer a Dios y llevo una de sus ovejas, la mas gorda y bella, la primera en nacer. Aquí no se menciona lugar específico donde Caín y Abel ofrecieron esta ofrenda a Dios; a lo mejor ellos tenían su lugar íntimo donde acostumbraban hacerlo.

Allí estaba estos dos jóvenes, dando de lo suyo la ofrenda merecida a Dios. Me imagino la manera en que Caín y Abel hablaban con Dios, pero lo más sorprendente es cuando Dios da su veredicto.

V. 4 “Y miro Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”

V.5 “Pero no miro con agrado a Caín y a la ofrenda suya”

Este mirar de Dios no es con el sentido que creemos que es, no es mirar en el sentido de observar con la vista algo que esta aconteciendo; esto, mas bien hace referencia a esa parte que Dios tiene como Juez, es decir, Jehová aprobó la adoración que Abel le ofreció. También se nos dice que no aprobó la adoración de Caín, ni acepto su ofrenda.

¿Qué motivo a Dios para rechazar la ofrenda de Caín? ¿A caso Adán no le enseño a Caín de la misma manera que lo hizo con Abel? ¿Qué pudo haber fallado? ¿Acaso Dios tenía preferencia por Abel por lo que era pastor de ovejas y Abel solo era un simple agricultor?

Adán no fallo como padre, tampoco Dios odiaba a Caín; el problema estaba sembrado en el corazón de Caín. Dios se merece lo mejor, los mejores cánticos, las mejores alabanzas, los mejore aplausos, y por supuesto, se merece la mejor adoración de parte nuestra. Y era lo menos que se merecía Dios de Caín y Abel; Dios esperaba de ellos una verdadera adoración, y la encontró en Abel.

Dios no mira solo la apariencia, el mira mas que eso, el mira el corazón del hombre, eso es lo que realmente Dios ve. El no mira ni se deja mover por tu manera de vestir o de caminar, el no se mueve por el simple hecho que la ropa que usas es de marca, el no mira tu apellido o el estatus que aparentas; Dios lo mueve un corazón humillado, entregado y contristo, es eso lo que realmente Dios ve en nosotros.

Abel no fue aceptado por la mejor oveja que llevo ese día, ni Caín fue rechazado por haber llevado ese día un camión lleno de verduras. Caín simplemente fue rechazado por sus malas obras, por el estilo de vida que decidió llevar, y Dios se lo dice en su propia cara.

V. 7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?

Caín tipifica esa clase de persona “creyente carnal” Toda su vida estaba disfrazada de apariencia, aparentaba ante papá y mamá ser un creyente espiritual, pero fuera de su casa dejaba salir a flote su parte carnal. Caín era un hombre orgullosos y prepotente, el no hacia nada desinteresadamente, no le importaba hacer el bien, le era igual hacerlo o no, para el era igual pecar o no pecar.

Juan tuvo que haber estudiado con detalle la vida de Caín para darle el siguiente calificativo. Jn 3:12 “No como Caín, que era del maligno”

Caín era esa persona fácil para caer en error, era presa fácil para satanás, y hacia cosas bajo la influencia del maligno. Caín nunca fue justo, nunca vivió en completa armonía con Dios, era de esos que hoy estaba gozoso, fuerte y con ganas de agradar a Dios, pero mañana era el mismo débil e inconstante en su vida espiritual.

Caín no pudo soportar el hecho que Dios aceptara a Abel y no a el, y saco todo su odio a flote, le hervía la sangre de la ira e inconformidad, anidaba en su corazón los malos pensamientos contra su hermano.

V. 8 “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estado ellos en el campo, Caín se levanto contra su hermano Abel, y lo mato”

Acabo con la vida de un verdadero adorador, de un hombre justo, entregado a su trabajo, acabo con los sueños de un ser humano que en cuyo corazón solo anidaba el amor hacia los suyos y para con Dios. Y digo justo porque así lo declaro el mismo Mesías, Jesucristo.

Mt 23:35 “Par que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo”

Abel tipifica esa clase de persona “creyente espiritual” Sirvió siempre obedeciendo los mandatos de Dios, realmente sabia quien era Dios y que se merecía. Abel era ese adorador de Jehová; todo lo mejor era para su Dios, no desatendía la palabra de Dios, agradaba a Dios con su manera de vivir, honraba a Dios con sus labios.

No se en que grupo te encuentres, pero déjame decirte algo, si estas en el grupo de Caín, lamento decirte que vas a sufrir mucho, sentirás en tu alma un vacío tan grande que en las noches lloraras angustiado al darte cuenta que vives de manera carnal, como si no conocieras de Cristo.

No se con que corazón te presentas ante Dios cada vez que vienes a Culto, no se si tu alabanza es sincera ante él o cantas porque lo demás lo hacen, o lo haces para que no noten en ti lo poco espiritual que eres. No se si Dios significa mucho para ti, para Abel lo era.

¿Estas dando lo mejor a Dios? ¿Cómo lo honras? ¿Cómo le agradeces?

¿Qué haces para que sean tus ofrendas aceptadas por él?

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