Buscando agua

Busca a los magos y hechiceros para que por medio de sus “encantamientos” pueda saciar su sed. Como no lo logra con ellos, busca entonces a los astrólogos, para que por medio de las estrellas y el horóscopo, poder tener el agua para apagar su sed espiritual.

Como allí tampoco se encuentra el agua que busca, decide ir a los encantadores y espiritistas para que ellos consulten a los muertos para que le digan dónde está el agua que busca.

EL AGUA QUE SOLO DIOS PUEDE DAR

Ni sabios, ni adivinos, ni astrólogos, ni espiritistas, pueden aplacar la sed espiritual que siente el ser humano.

Pero hay una sola fuente de agua espiritual que da vida eterna. En cierta oportunidad Jesús llegó hasta una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, y se quedó sentado junto al pozo de Jacob, cuando una mujer llegó al pozo buscando agua, pero agua natural, al menos esa era su idea.

Pero no sabía que en ese lugar no solo estaba el pozo de agua natural, sino que también estaba la fuente de agua espiritual, que da vida eterna. es así que sin quererlo, ella se encontró con la vida misma. Usted puede leer la historia completa en Juan 4:1-15.

Demás está decir que aquella mujer quedó tan saciada del agua espiritual, que no le importó dejar tirado su cántaro para el agua natural, que corrió a la ciudad para testificar a todos que había encontrado la fuente de agua de vida.

Gracias al testimonio de aquella mujer, muchos samaritanos también encontraron el agua de vida, que con ansias le rogaron AL MAESTRO que se quedara con ellos, pues no querían perder esa fuente de agua viva.

Conclusión

Y usted, ¿ya encontró la fuente de agua de vida eterna, o aún continúa buscando agua en cisternas rotas?

Si no lo ha hecho, acérquese confiadamente a Jesús que él le dará el agua de vida gratuitamente, (Isaías 55:1; Juan 7:37; Apocalipsis 22:17).

© Walter Moreno Chacón. Todos los derechos reservados.

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