Aprendiendo a orar
Dice la escritura que Jesús estaba orando en un lugar, esta es la primera enseñanza que nos dejó el maestro, que cada vez que debemos orar tenemos que buscar un lugar donde podamos concentrarnos en hablar con el rey.
Es decir, no existan interrupciones, ya sea en el living, comedor, pieza o en el auto donde nadie nos moleste o nos impida hablar con Jesús. Añade la escritura que Jesús iba muy de mañana a un monte donde oraba, Él tenia un lugar para orar (Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba“).
La mejor forma para orar
Quiero compartir con ustedes mis hermanos que la mejor forma, que tengo yo para orar es el auto. Cando me voy a mi oficina, hablo con Él, nadie me interrumpe, lloro con Él, le cuento mis alegrías, mis temores, mi tristeza y siento de Él su consolación, siento sus caricias.
Es tan lindo hablar con Él y que Él siempre tenga su oído atento al clamor de sus siervos. Es hermoso hablar con Él, es como dice el corito que lindo es estar con Él, que lindo es su mirar, que bello es estar con Él, porque estando con el nada me faltará, amen y amen.
Un lugar para orar
Luego debemos de tener un lugar que sea lugar de oración, no como los hipócritas. Dice la escritura que orar de pie en las iglesias diciendo que no soy como este otro sino que se justifican a sí mismo.
Luego el mismo maestro lo destaco que más importante es orar en secreto porque lo que hagas en secreto, Él te lo recompensara el publico (Mateo 6:5-6 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público)
Enseñanos a orar
Entonces uno de sus discípulos le pidió que les enseñara a orar. Mira hermano la profundidad que tiene este versículo dice que uno sólo se atrevió a pedir que le enseñara.
Ocurre lo mismo hoy en la iglesia donde muy pocos son los que oran realmente, porque es fácil llegar a la iglesia y arrodillarnos allí a la entrada para decir que oramos. Pero no es así, sino que tu oración más eficaz es la que tu tienes en su casas o lugar que tu has destinado para la oración.
Ocurre lo mismo mi hermanos predicadores. Si queremos ser usados poderosamente en la exhortación de la palabra, que nuestro mensajes sean de poder, cuyas palabras de los profetas sean poderosas debemos empezar a orar más y más.
No consiste en oraciones de cinco minutos sino más que eso, donde debemos buscar el rostro de Dios Todopoderoso diciéndole quiero mas y más de ti, enséñame tus caminos, enséñame tus estatutos, enséñame tu palabra, enséñame para poder enseñar.
