Un adorador no solamente se identifica en un cantante o músico en el grupo de alabanza, el ser un adorador es la identidad de cada ser humano. Si no adoramos a Dios, terminaremos adorando a algo más, porque por naturaleza somos adoradores.
C. Entonces, ¿Quiénes deben adorar? ¡Todo mundo! Tú y yo fuimos creados para adorar a Dios. De hecho, Él nos hizo adoradores (amantes) porque nos ama y porque somos el palpitar de su corazón. Su deseo más profundo es tener una intimidad verdadera, constante y permanente con nosotros.
2. LOS OBSTÁCULOS QUE NOS IMPIDEN ADORAR (Juan 4:23 PDT).
A. El materialismo: ¡Dios mío que problema! El materialismo no nos deja adorar en espíritu y en verdad. Juan 4:23 indica que existen verdaderos adoradores, lo que nos dice que también existen los falsos adoradores.
Cuando los falsos adoradores vienen a la iglesia por costumbre, muchas veces están adorando el trabajar overtime y el hacer más dinero en vez de adorar a Dios. Yo no digo que no trabajemos. Yo trabajo duro. El que no trabaja que no coma; pero no hay que adorar el materialismo.
B. Las preocupaciones excesivas: Estás se convierten en estrés en tu vida y no tienes libertad para adorar. Estás demasiado estresada, estresado y aquí estamos cantando “Necesito un encuentro…” y usted, “Los frijoles se me queman en la cocina” ¡Estás muy preocupado!
C. La falta de perdón: No en vano no puede cantar con el entendimiento, no en vano no puede cantar ni en el espíritu. Trae una raíz de falta de perdón y amargura ahí adentro que le consume. Anda que no se aguanta por sacarse la espinita y está esperando que se dé la próxima plática para decirle lo que se merece.
D. La idolatría: cómo te mencione al principio, nosotros somos adoradores innatos, así que siempre habrá un impulso natural en nosotros por adorar a algo o alguien. Si nos descuidamos y dejamos que el lugar de Dios en nuestros corazones sea reemplazado por algo o alguien que no es Dios, entonces caemos en la idolatría.
3. ¿CUÁL ES EL REQUISITO MÁS IMPORTANTE PARA ADORAR? (Romanos 12:1 NTV).
A. Es una palabra, rendición. El que se rinde suelta todas las preocupaciones y las pone en las manos de Dios sabiendo que Él se encargará de ellas.
Muchas veces la gente no adora a Dios porque están cargados, pero tú y yo, vengamos como vengamos, con carga o sin carga adoremos a Dios y no a nuestros problemas, porque Dios es más grande.
