LA REPROBACION
Juan Calvino en sus instituciones, habla de un “decreto horrible” admite que Dios previo que la caída de Adan arrastrara a la ruina eterna, sin remedio a tantas naciones y gentes, juntamente con sus niños y lo previo porque lo tenía ordenado. Según esto, Dios desde la eternidad, quiso que millones de seres humanos, incluyendo muchos millones de niños inocentes, por el solo hecho de ser descendientes de Adan, quedasen condenados para siempre sin remedio.
Eso es lo que Calvino opinaba; ¿Pero opina la Biblia de la misma manera?. Esto nos haría pensar en un monstruo de perversidad, en vez de un Dios de Bondad, justicia y misericordia. Veamos que nos dice la Biblia.
“¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. (Ez. 18:23, 32)”
“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. (Juan 3:19)”
“que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. (2ª Cor. 5:19)”
“el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. (1ª Tim. 2:4)”
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2ª Pe. 3:9)
Estos textos nos deben hacer proceder con cautela en el tema de la reprobación divina. Encontramos dos verdades incontestables.
La predestinación y la elección no pueden entenderse en el sentido de una mera presciencia, sin violentar el texto mismo y el contexto de todo el mensaje de la Biblia El mensaje claro del Nuevo Testamento, tomado en conjunto y sin prejuicios, que lo distorsionen, es que la única causa de la condenación, es el rechazo consiente y voluntario del mensaje de salvación“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Juan 3:18)Dentro de su contexto, este lugar nos da la incredulidad voluntaria como la única causa de condenación.
¿Qué pasa con los que no han tenido la oportunidad de oír en mensaje? Tomemos en cuenta que el propósito de Dios es que todos se salven, (1ª Tim. 2:4)porque Cristo murió por todos (2ª Cor. 5:14),puede inspirar en el corazón de una persona, una fuerte convicción de pecado, de modo que se sienta perdido y necesitado de un Salvador, persuadido del amor Supremo que Dios ha provisto para salvación.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; (Ef. 2:8)”
Hagamos un análisis de (Rom. 5:12-21),establece un claro paralelo entre dos Cabezas, dos inclusiones, dos efectos; en este contexto se nos dice con toda claridad Que, cuando abundo el pecado, sobreabundo la gracia, ¿De que forma?
“Pero el don no fue como la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de
Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. (Rom. 5:15)
Si hacemos un análisis sin prejuicios, nos damos cuenta que la humanidad gira en dos orbitas distintas, que son el primer Adan y el postrer Adan (1ª Cor. 15:45),que la obra del segundo es suficiente para dejar sin efecto la del primero, si Dios condeno en Adan a todo el mundo, también en Cristo reconcilio a todo el mundo (2ª Cor. 5:19)
Para salvarse no es suficiente estar representado en la Cruz de Cristo (2ª Cor. 5:14),es preciso entregarse a él por fe (Juan 3:16,18),reconciliarse personalmente con Dios (2ª Cor. 5:20),seguir a Cristo en la obediencia (Rom. 1:5)
