De la misma forma para condenarse, no es suficiente estar representados en Adan (Rom. 5:12),si no seguirle en su prevaricación (Rom. 5:14), imitando su desobediencia (Rom. 5:19).El paralelismo se refiere claramente a lo que cada uno de las dos cabezas ha provisto a la humanidad, la primera condenación, la segunda justificación, ambas son universales en todo el contexto. Los que personalmente rechazan la salvación de Cristo, son excluidos de ella; todos los que han sido hechos por el Espíritu de Cristo, receptivos a su gracia, son salvos en Cristo en la misma medida en que estaban perdidos en Adan.
¿En que consiste, pues la reprobación?
Tengamos en cuenta que el Nuevo Testamento habla claramente de una predestinación positiva, de pura elección, de plena gratuidad sin ningún merito de nuestra parte, la reprobación aparece ligada a un rechazo voluntario de la luz (Juan 3:18-21)que tapa el manantial de la salvación (Juan 9:41). La reprobación no se debe a un decreto eterno de Dios que prevalezca sobre la voluntad salvifica de Dios (Juan 3:16-17; 1ª Tim. 2:4)
¿Cómo se puede admitir una elección para vida eterna, que no implique una exclusión?
No todos rompen la resistencia de sus corazones hacia la gracia salvadora, esto hace que todos queden sin excusa al no apropiarse de la gracia en Cristo Jesús, que ha provisto para todos en la Cruz. Este es un misterio que la Biblia revela, pero no explica, aunque dos extremos están claramente.
Dios ordena que todos los hombres se arrepientan (Hec. 17:30)
Dios ha pre-conocido con amor a los que ha predestinado a la gloria (Rom. 8:29)
Cuando la razón humana nos pone en duda en cualquiera de los dos extremos:
Leamos (Romanos 9:16-24)
“Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” TODA SALVACION ES DE GRACIA, TODA CONDENACION ES POR CULPA.
Según la Biblia la elección divina (preconocimiento afectivo),precede a la predestinación y a la presciencia de lo que ocurrirá (Romanos 9:29),es cierto que la humanidad entera merece la condenación (Romanos 3:23), pero Dios quiere que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Por eso Dios proveyó para todos los hombre una fuente de salvación, en el calvario (Juan 3:15-16; 2ª Cor. 5:14, 19-20).
Por tanto el orden de los decretos divinos, solo tiene una correcta sucesión lógica de a cuerdo con la Biblia, que es la siguiente:
a) decreto de crear al hombre
b) decreto de permitir la caída
c) decreto de proveer la salvación para todos los hombres
d) decreto de elegir a los que han de creer, y dejar en su justa condenación a los que han de rechazar el mensaje de la salvación
e) Decreto de aplicar en su día la salvación a los que han de creer el mensaje de salvación y dejar en su justa condenación a los que han de rechazar el mensaje de la salvación.
Conclusión.
La posición de algunos, que Dios en sus decretos eternos, se propuso salvar a unos y reprobar a otros, aun antes del decreto de crear (Rom. 9:21),va en contra de los atributos divinos de Dios (amor, santidad, justicia y misericordia), esta posición tiene tres fallos fundamentales.
Propone una separación entre seres no existentes, puesto que el decreto de predestinar, se pone por delante del decreto de crear.
Va en contra de todo el mensaje de la Biblia, que pone al pecado como causa directa de la separación.
Hace de Dios un tirano arbitrario que se goza en crear personas a quienes ya tiene predestinadas para el infierno.
