Diferencia entre miedo y temor a Dios

Ese temor implica purificación y hambre de su presencia. Para poder contemplarlo debemos buscarlo sin césar. No llegamos a un momento definitivo donde ya somos “suficientemente” temerosos. Es algo que no termina, pues el temor siempre debe ir aumentando.

Para temer debemos soltar todo lo que consuma nuestra fe. Nada que nos haga dudar del Padre puede ser bueno. En esas cosas que parecen pequeñas se esconde el pecado. Debemos prestar atención y saber que ese esfuerzo nos lleva a la vida eterna.

Conclusión

Temer a Dios y cumplir sus mandamientos van de la mano. No podemos seguir algo que no respetamos y en el temor se encuentra la sabiduría. Es un camino lleno de esfuerzo y sin final, pero con infinitas recompensas.

Dios no quiere cristianos miedosos, él nos ayuda para qué esto no ocurra. De igual manera nos alienta y cómo a Daniel, nos llama a ser valientes. La mayor valentía que podemos tener es temer y accionar a la palabra de Dios.

¿Temer al enemigo? Jamás. Nuestro temor es valioso, es reverencia. El único merecedor de tal acto es Jehová, creador de todo que conocemos. Por ello el temor implica soltar el pecado y no concederle poder en nuestras vidas.

A pesar de que él temor requiere esfuerzo, no deja ser amor. Hermanos, teman movidos por la fe y el amor, porque no pueden vivir de otra manera.

Redactado por: M. Uzcategui para publicación exclusiva en centraldesermones.com

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones.. Bosquejos para Predicar

1 comentario en «Diferencia entre miedo y temor a Dios»

  1. Gracias pastor por esa enorme explicación entre el miedo y temor a Dios gracias me ha sido de mucha ayuda para una pequeña reflexión en una célula que me invitaron.. Dios me lo Bendiga y lo siga usando

    Responder

Deja un comentario