¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 23

Para resumir el problema, la situación en Jerusalén era realmente grave. Muchos judíos (especialmente los saduceos) habían reaccionado al cristianismo con hostilidad, crueldad, y privando a los cristianos de las necesidades básicas siempre que les era posible.

Además, es muy posible que los primeros recursos de Hechos 2:46 se hubiesen agotado, y que la iglesia necesitaba reconstruir sus fundamentos financieros. Pablo estaba instruyendo a las iglesias en el sentido de que era su deber ayudar a otros creyentes que estaban necesitados. En consecuencia, la discusión de 1 Corintios 16 no se relaciona con la colecta de fondos en la iglesia local, excepto si se aplicaba a la ayuda para los pobres.

“La colecta (tees logeias)”. Los lectores de Pablo sabían exactamente a qué se refería al hablar de “la colecta”, así que no era necesario que les explicara (2 Cor. 9:1). Sin embargo, casi 2000 años más tarde, el versículo 2 a menudo es separado de su contexto en los versículos 1 y 3. En consecuencia, las necesidades de los pobres han sido opacadas por las necesidades de la iglesia local. Tal cosa es contraria a las prioridades de los pactos antiguo y nuevo.

¿Exactamente qué se estaba recogiendo “para los santos”? ¿Era “dinero”, “alimentos” o “dinero y alimentos”? La palabra griega logeia (Strong´s 3048) sólo ocurre dos veces en la Biblia, como “colecta” en el versículo 1 y como “recoger” en el versículo 2. Podría ser una colecta de casi cualquier cosa.

Pablo y Lucas (en Hechos) nunca especifican exactamente qué incluía la “colecta”. Hechos 11:29 lo llama “socorro”; Hechos 24:17 dice “limosnas” y “ofrendas”; Rom. 15:25-28 dice “ofrenda”, “bienes materiales”, “fruto” (no comestible). 2 Corintios 8 y 9 usa términos como “servicio” (8:4); “su escasez” (8:14); “este donativo” (8:19); “ofrenda abundante” (8:20); “este servicio” (9:12); “esta ministración” (9:13); y “contribución” (9:13).

Sin embargo, por las siguientes razones, la “colecta” era probablemente de alimentos, no de dinero:

Uno: Pablo nunca usó ninguna palabra para “dinero” al describir la “colecta”. En realidad, ¡os escritos de Pablo nunca se refieren a “dinero” o a “plata” en un sentido positivo! Excepto por la cita de Lucas de Pablo en Hechos 20:33, ¡sus cartas ni siquiera contienen la palabra básica misma! 1 Timoteo 3:3 usa la palabra aphilarguros, “sin codicia” y 1 Timoteo 6:10 usa philarguros (codicia). ¡Pablo tampoco usó jamás ninguno de los términos con que se designaba el dinero!

Uno tiene que llegar a la conclusión de que Pablo sentía una fuerte aversión al dinero. [Véase argurion (Strong´s 694), aphilarguros (866), kerma (2772), nomisma (3546), philarguria (5365), chalkos (5475), y chrema (55:36). Pablo jamás usó ninguna de las palabras específicas para dinero. Véase lepton (3015); kodrantes (2835); assarion (787); drachma (1406); mina (3414); talanton (5007).

Dos: El dinero no compra suficiente alimento para la supervivencia en una hambruna. Los hombres que acompañaban a Pablo tendrían que proteger las provisiones de alimentos mucho más que el dinero.

Apocalipsis 6:6 dice: “Dos libras de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”. En nuestros términos, esto significa que el salario de un día compraría suficiente para que una persona coma un día”. 

Tres: Hay alusiones directas e indirectas a alimentos en varios versículos que se refieren a la “colecta”.

  • a) Hechos 11:29 “socorro” (griego diakonia) era originalmente “diáconos”, o “servidores” de alimentos;
  • b) Hechos 24:17: “Pero pasados algunos años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas”. “Limosnas” es un llamado a la “misericordia” hacia los pobres hambrientos. Compárese con Lucas 11:41;
  • c) Las “ofrendas” de Hechos 24:17 podrían de alimentos u otra cosa;
  • d) 2 Cor. 8:15: “Como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos”. Esta es una cita de Éxodo 16:18 con referencia a alimentos;
  • e) 2 Cor. 9:6: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”;
  • f) 2 Cor. 9:9: “Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre”. Esta podría ser una referencia a sembrar;
  • g) 2 Cor. 9:10: “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia”;
  • h) el viaje de Pablo por barco habría tardado mucho más por tener que recoger alimento que por recoger dinero;
  • i) a la colecta nunca se le llama dinero.

Cuatro: Aun hoy día, los judíos religiosos no manejan ni recogen dinero en sábado. Los primeros cristianos que reconocieron el domingo como día santo podrían haber sentido una renuencia similar.

16:2 Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.

“Cada primer día de la semana”. Aunque, tradicionalmente, los cristianos llevan contribuciones el domingo para el sostenimiento de la iglesia, este texto, en su contexto histórico, no discute el sostenimiento de la iglesia local. ¡Sólo puede exhortar a los creyentes a apartar contribuciones en su casa “para los pobres” cada domingo!

¡Sin embargo, nada se dice sobre llevar diezmos u ofrendas para sostener el presupuesto de la iglesia! Pablo NO dijo: “El primer día de la semana, que cada uno de vosotros traiga sus diezmos y sus ofrendas para el presupuesto de la iglesia local”. Esta manipulación del texto pasa por alto el contexto.

“Ponga aparte” (para heautoo tithetoo); literalmente “por sí mismo poner”. Esta frase no tiene una traducción que no haya sido puesta en duda. La NAS dice “poner aparte y guardar”; la NIV dice “poner aparte una suma de dinero”; y la RSV dice “poner aparte algo”. “Por sí” ha sido entendido de varias maneras como “por sí mismo” o “personalmente”.

Sin embargo, cualquier interpretación es irrelevante porque el sostenimiento de la iglesia local no está incluido en el contexto original. No hay ninguna razón obligatoria para suponer que aquí se quiere decir culto en grupo, más bien que una acción personal. En su lugar, los creyentes están siendo instruidos para que hagan de la provisión para los pobres su prioridad principal para su agenda de la semana. Cualquier cosa que deba ser “puesta aparte” podría ser muy pesada o muy liviana.

“Guardándolo”, thee-sau-ri-zoon es un participio activo presente del verbo thesaurizo (Strong´s 2343), que simplemente significa “almacenar”. El participio se traduce “guardado” en la KJV, “y guardarlo” en la NIV, y “guardarlo” en la RSV. Su forma sustantiva es thesauros (Strong´s 234).

El sustantivo ocurre once (11) veces en el Nuevo Testamento, pero sólo tres veces fuera de los evangelios. Estos son los “dones” de los sabios (Mat. 2:1); los tesoros del corazón (Mat. 12:35; 6:19, 21; Lucas 6:45); los tesoros en el cielo (Mat. 6:20; 19:21; Mar. 10:21; Luc. 12:33); y toda la sabiduría y el conocimiento de Cristo (2 Cor. 4:7; Col. 2:3).

En sus ocho ocurrencias en el Nuevo Testamento, la forma verbal se refiere a “hacer tesoros en la tierra” (Mat. 6:19; “hacer tesoros en el cielo” (Mat. 6:20); “hacer tesoros para sí” (Luc. 12:21); “atesorar ira” (Rom. 2:5); “atesorar los padres para los hijos” (2 Cor. 12:14); “acumular tesoros pàra los días postreros” (Sant. 5:3), y “los cielos y la tierra están reservados para el fuego del día del juicio” (2 Ped. 3:7).

El punto importante de este estudio de palabras es que, aunque las dos formas de la palabra usadas en 16:2 se traducen generalmente como “tesoro” en la KJV, a menudo NO son dinero. Pero algunos eruditos declaran tercamente que aquí thesauros se refiere solamente a la iglesia como tesorería, o almacén para dinero.

Llegan a esta conclusión, no por el contexto o por principios de interpretación aceptados, sino por prácticas BANCARIAS paganas en las cuales el templo era un lugar de depósito seguro y protegido contra robos. Existe en los comentarios una amplia gama de interpretaciones. Por ejemplo:

Adam Clarke´s Commentary: “Debía traerlo el primer día de la semana, que es lo más probable, a la iglesia o la asamblea, para que pudiera ser puesto en la tesorería común” (99).

Matthew Henry Commentary: “La manera en que habría de hacerse la colecta: Cada uno debía apartar y guardar (v. 2), tener consigo un tesoro, o un fondo, para este propósito. Esto significa que debía apartar lo que pudiera de vez en cuando, y por este medio acumular una suma de dinero para este propósito caritativo …

Algunos de los padres griegos observan correctamente aquí que este consejo se dio por consideración a los más pobres de entre ellos. Debían guardar cada semana, y no llevarlo a la tesorería común, para que de ese modo su contribución no fuera difícil para ellos, y sin embargo aumentar el fondo para el socorro de sus hermanos” (100).

The New Bible Commentary: “Poner aparte en su casa una suma proporcional a lo que ha recibido, o llevarla a la tesorería central de la iglesia” (101).

Wycliffe Bible Commentary: “‘Consigo’ es probablemente una referencia al hogar; el dar debía ser privado. … ¡Este sistema revolucionaría las actuales costumbres de la iglesia! Debe observarse el cuidado de Pablo con relación a cuestiones de dinero. Nunca solicitó dinero para sí mismo y ni siquiera deseaba manejar dinero a nombre de otros si podía haber la más ligera duda sobre ello” (102).

Los templos paganos griegos eran “tesorerías” seguras donde los paganos guardaban sus artículos de valor, pero no los daban a los dioses. Además, algunos creen que el templo judío puede haber sido usado como banco en años posteriores.

La idea detrás de usar los templos como tesorerías o bancos era que los dioses se vengarían de cualquiera que robase en los templos. La iglesia no debe en modo alguno ser usada como depósito temporal, o banco, para que Dios proteja nuestros dineros de modo que podamos retirarlos más tarde para nuestro uso personal. [Pero algunas iglesias venden bonos].

Aunque ni uno ni otro concepto es del nuevo pacto, llamar a la iglesia “depósito-tesorería” atribuye a thesauros una connotación más pagana griega que una connotación de almacén del Antiguo Testamento. Véanse comentarios sobre Malaquías 3:10.

Mat. 27:6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas [corban: 2878], porque es precio de sangre.
Mar. 12:41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda [gazophulakion: 1049], miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. …
Juan 8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas [gazophulakion: 1049], enseñando en el templo. …

Extrañamente, en los textos de más arriba, el Nuevo Testamento griego no usa la misma palabra griega para “tesorería” al describir el templo (o iglesia) que usaban los griegos para describir las tesorerías de sus templos – quizás para evitar la comparación pagana.

Si Pablo hubiese deseado transmitir la idea de una tesorería en la iglesia y compararla con la del templo judío, habría usado corban (Strong´s 2878) (como en Mat. 27:6) o gazophulakion (Strong´s 1049) (como en Mar. 12:41, 43; Juan 8:20) para “tesorería” en lugar de una forma de thesauros.

Tanto corban como gazophulakion se refieren a la habitación del templo donde permanecían los sacerdotes, se guardaban los registros públicos, y también se guardaban trece cofres para las colectas de dinero para el servicio en el templo y los pobres. Habría sido sencillo recordar a los cristianos que la iglesia ahora desempeñaba esa función. Sin embargo, Pablo no hizo esa comparación.

En consecuencia, puesto que thesauros no significa “exclusivamente” ni “tesorería” ni “almacén”, los teólogos no deberían insistir en que tiene que significar “la tesorería, ni el tesorero, de la iglesia local”.

Debe recordarse que ésta es la iglesia primitiva del siglo primero, que por lo general se reunía en las casas y más tarde en cavernas y catacumbas. No tenía edificios de iglesia separados, ni tenía todavía un sistema organizado de dirigentes pagados.

Aunque puede ser verdad que los griegos paganos usaban sus centros de culto para guardar riquezas, ¡los centros de culto griegos eran seguros y estaban protegidos por soldados! Cuando Pablo escribió 1 Corintios, no existían estructuras cristianas seguras.

La iglesia ni siquiera se podía poner de acuerdo sobre la autoridad de los líderes, mucho menos sobre otros puestos en la iglesia (1 Cor. 1:12; 9:1-3; 2 Cor. 3:1-6). El texto original no debe interpretarse en el sentido de las prácticas que evolucionaron en siglos posteriores, cuando la iglesia se convirtió en un establecimiento político y social.

2 Cor. 12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar [thee-sau-ri-zein] los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
2 Cor. 12:15 Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.

En 2 Corintios 12:14-15, Pablo usa la frase “atesorar” de una manera exactamente opuesta a la manera en que algunos interpretan 1 Corintios 16:2. ¡Definidamente, Pablo NO se refiere aquí a una tesorería en la iglesia! Mientras Pablo y otros ancianos de la iglesia son los “padres”, los miembros de iglesia y los nuevos conversos son los “hijos”.

El pasaje, desde el 12:10 hasta el 12:21, incluye el problema subyacente del pago por servicios prestados. Refleja los mismos pensamientos de Pablo expresados en 1 Corintios 9:15-18 y Hechos 20:33-35. Por amor a Cristo, Pablo consideraba un “placer” estar en necesidad; entre otras cosas, le hacía “fuerte” (12:10).

Cierto es que otras iglesias habían ayudado a Pablo con las necesidades básicas, hasta cuando él servía a los demás (12:13), pero eso no significa que continuaran haciéndolo. Como hemos visto en las citas al final del capítulo anterior, los padres de la iglesia primitiva, como Pablo, consideraban un honor ser pobre por amor a Cristo y muchos de ellos tenían en gran estima una vida de autonegación.

En tres viajes a Corinto, Pablo rehusó absolutamente toda ayuda de aquella gran congregación. En 2 Corintios 12:14-15, “poner aparte” significa que, en lugar de recibir de la iglesia, ¡Pablo estaba dispuesto a gastar todo lo que tenía en los miembros de la iglesia – dinero, riqueza, y vitalidad! Con ironía, Pablo dijo que en su aproximación a los corintios había sido “astuto”, y “os prendí por engaño”.

Quería decir que, al rehusar “hacer ganancia” con ellos aceptando salarios (la palabra griega significa raciones diarias) (12:17-18), había desarmado a sus acusadores (12:20). De la misma manera, es obvio que Pablo no tenía el propósito de que la misma frase “poner aparte” en 1 Corintios 16 incluyera ningún sostenimiento pastoral.

“Poner aparte una suma de dinero” (NVI). ¿Por qué dice la NVI “poner aparte una suma de dinero” en lugar de “poner aparte”? ¡”Dinero” es una paráfrasis pobre, más bien que una traducción!

¡Ciertamente Pablo, que era muy educado y estaba inspirado por el Espíritu Santo, conocía todas las palabras comunes para “dinero” y habría usado una de ellas si en verdad hubiese querido decir dinero! Véase la discusión anterior bajo el subtítulo “colecta”. ¡Mientras argurion, la palabra más común para “dinero”, ocurre veintiuna veces en el Nuevo Testamento, Pablo no usó ninguno de los términos para “dinero” en este texto!

“Según Dios le haya prosperado” (KJV); “según haya prosperado” (NAS, NKJV); “de acuerdo con sus ingresos” (NVI); (ho ti ean euodootai), literalmente, “lo que pueda haber ganado”.

Deut. 15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso de tu tierra.

Hechos 11:29 Entonces los discípulos, conforme a lo que tenían, determinaron enviar socorro a los hermanos que estaban en Judea.

2 Cor. 8:12-14 Porque, si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Porque no digo esto para que haya para otros holgura y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad. 2 Cor. 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

Esta simple frase: “Según Dios le haya prosperado”, incluye la partícula condicional griega ean, que significa “en caso de que”, y sugiere incertidumbre. La palabra euodontai significa literalmente “buen viaje” y se refiere a los que la vida los ha tratado bien. En consecuencia, toda persona debería guardar para dar a los pobres hasta donde hayan sido bendecidos en la vida.

La idea de dar libremente según uno haya sido prosperado es común en la Escritura. Sin embargo, contrariamente a la aplicación común, esta frase no tiene absolutamente ninguna referencia contextual al diezmo, ni para sostener las iglesias locales y salarios. ¡Está perfectamente claro que “según haya prosperado” no es una orden relacionada con cuánto se debe dar a la IGLESIA, sino a los SANTOS POBRES!

Pero los que enseñan el diezmo pasan por alto el contexto e incluyen en este texto el diezmo obligatorio junto con las ofrendas voluntarias para sostener la iglesia. En realidad, durante los primeros siglos de la iglesia del nuevo pacto, la vasta mayoría de las contribuciones eran para los pobres, y no solamente lo que sobraba. Además, bajo los principios del nuevo pacto, la cantidad que se da es una respuesta voluntaria de fe.

Introducción a la Interpretación Bíblica, un libro de texto para seminarios, dice: “Así como los pobres podían ofrecer sacrificios menos costosos (Lev. 12; comp. Lucas 2.24), los cristianos no deberían exigir hoy día que todos los creyentes dieran por igual.

En realidad, el N. T. no promueve la idea de dar un porcentaje fijo. Podemos captar mejor el espíritu de dar en el N. T. por lo que R. Sider llama ‘diezmo gradual’, según lo cual mientras más uno gana, mayor debería ser el porcentaje que da para la obra de Dios, especialmente para ayudar a los pobres (1 Cor. 16:2; 2 Cor. 8:12-15)” (103).

1001 Cosas que Usted Siempre Quiso Saber sobre la Biblia, J. Stephen Lang, “el nuevo pacto insta a dar en proporción con el ingreso de uno. Se esperaba que los cristianos ricos dieran generosamente para ayudar al hermano en la fe menos afortunado” (104).

El Libro Completo de Respuestas Bíblicas, Ron Rhodes: “Yo no creo que los cristianos hoy día estén bajo el sistema del diezmo del diez por ciento. No estamos obligados a entregar un porcentaje como diezmo en absoluto.

No hay un solo versículo en el Nuevo Testamento en que Dios especifique que debemos dar a la iglesia el diez por ciento de nuestros ingresos. … Hemos de dar según podamos. Para algunos, esto significará menos del diez por ciento, pero para otros, a los cuales Dios ha bendecido materialmente, esto significará mucho más que el diez por ciento” (105).

Diccionario Evangélico Baker de Teología Bíblica: “El vocabulario y la enseñanza de Pablo sugieren que el dar es voluntario y que no hay un porcentaje establecido. Siguiendo el ejemplo de Cristo, que dio hasta su vida (2 Cor. 8:9), debemos dar alegremente tanto como lo hayamos decidido (2 Cor. 9:7) basándonos en cuánto nos ha prosperado el Señor (1 Cor. 16:2), sabiendo que cosechamos en proporción a lo que sembramos (2 Cor. 9:6) y que finalmente daremos cuenta de nuestras obras (Rom. 14:12)” (106).

En Hechos 3:6, Pedro dice: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo, levántate y anda”. Han pasado los días en que la mayor parte del clero puede decir con Pedro: “No tengo plata ni oro”.

También, los miembros del clero ya no pueden decir: “En el nombre de Jesucristo, levántate y anda”. Ya pasó el tiempo en que la iglesia regresó a las actitudes básicas del nuevo pacto hacia los pobres. La actitud de la iglesia primitiva hacia el dar y hacia los pobres es drásticamente diferente del concepto moderno.

¡Las prioridades se han invertido! Demasiado a menudo, la parte del león de las contribuciones se usan para pagar gastos innecesarios de edificios y altos salarios, mientras los pobres son ignorados. Y demasiado a menudo, las primeras planas de los periódicos revelan escándalos financieros de las iglesias antes que las obras de caridad en favor de los pobres.

¡Es imposible que el dar por obligación produzca el nivel de dadivosidad causado espontáneamente por el Espíritu Santo cuando el evangelio se predica con poder y autoridad! Cuando Pedro y Juan fueron “llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar con denuedo la palabra de Dios, y la congregación era de un corazón y un alma”, dieron y compartieron todo, “porque no había ni una sola persona necesitada entre ellos (Hechos 4:31-34)”. Pero Pedro no predicó el diezmo aquí, ni en ninguna otra parte de los registros del Nuevo Testamento; ¡predicó el evangelio de Jesucristo!

La historia prueba que muchos siglos de diezmos obligatorios legalistas no pudieron producir bendiciones morales y espirituales en el Israel del pacto antiguo (Heb. 7:11, 18; 10:1, 2). Por otra parte, mientras la iglesia del siglo primero estuvo compuesta principalmente por mujeres, niños y esclavos, todavía floreció y creció.

Los principios de dar en el pacto antiguo, que son ofrendas voluntarias, regresaron al plan original de Dios antes de que los levitas fueran insertados temporalmente para reemplazar el sacerdocio de los creyentes.

“Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros debe poner aparte una suma específica de dinero en proporción con lo que ha ganado, y usarla para la ofrenda” (107).

La traducción de 1 Corintios 16:2, que antecede, aparece actualmente en un sobre para ofrendas proporcionado por Lifeway Envelope Services para las iglesias Bautistas del Sur.

Es triste que, mientras la denominación predica la adhesión conservadora a una corrección literal de la Palabra de Dios, esta clase de alteración de la Palabra de Dios se haya colado en sus sobres para ofrendas. Esta traducción no se encuentra en ninguna versión legítima de la Biblia. Pero es una referencia obvia al diezmo específico en dinero, que el texto no enseña.

16:3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén.

Repetimos. El contexto de hambre de las “colectas” significa más probablemente que las contribuciones consistían de “alimentos”, no de dinero. La “preservación” de alimentos era una preocupación mayor para las iglesias que contribuían que el robo.

A cada iglesia se le pedía que enviara a varias personas junto con las “colectas”. Tito y otro “hermano” se ofrecieron para ayudar en la colecta (2 Cor. 8:16-18). Este “hermano” anónimo había sido escogido por las iglesias para que viajara con ellos (8:19).

Pablo había reprendido discretamente a los corintios sobre las consecuencias de no dar tanto como otras iglesias. Había enviado a estos hombres para evitar que otros representantes les encontrasen desprevenidos (2 Cor. 9:1-6).

Si la colecta hubiera sido sólo de dinero confiado a Pablo, entonces los de Macedonia no habrían sabido cuánto se les había dado. Sin embargo, si la colecta era de suministros de alimentos, entonces una inspección visual de los suministros en el barco revelaría la cantidad.

Lo más probable es que cada iglesia enviara representantes para varios propósitos. Primero, Para asegurase de que los suministros de alimentos permaneciesen herméticamente guardados y seguros a bordo del barco. Segundo, cada uno protegía sus propios suministros contra el robo en general. Tercero, los conversos gentiles se convirtieron en ejemplos de la obra de Pablo entre los gentiles cuando llegó a Jerusalén. Además, puede que haya habido alguna desconfianza entre las iglesias de Macedonia y la iglesia de Corinto (2 Cor. 8:20-24).

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(99) Clarke´s, s.v. “1 Cor. 16:2”.
(100) Henry, s.v. “1 Cor. 16:2).
(101) New Bible Comm., s.v. “1 Cor. 16:2”.
(102) Wycliffe Comm., s.v. “1 Cor. 16:2”.
(103) William W. Klein, Craig L. Blomberg, and Robert L. Hubbard, Jr., Introduction to Biblical Interpretation (Dallas: Word Publishers, 1993), 415.
(104) J. Stephen Lang, 1001 Things You Always Wanted to Know About the Bible (Nashville: Nelson, 1992), 321.
(105) Ron Rhodes, The Complete Book of Bible Answers (Peabody: Harvest, 1997), 296.
(106) Walter A. Elwell, ed., Baker´s Evangelical Dictionary of the Bible (Grand Rapids: Baker, 1996), s.v. “tithe”.
(107) Offering Envelope, Lifeway Envelope Service, Nashville, TN (todavía disponible en 2000).

© Dr. Rusell Earl Kelly. Todos los derechos reservados.

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¿Debe la iglesia cristiana enseñar el diezmo? – Capítulo 24

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