Milagros de Jesús Parte II

La gente comenzó a confesar que Jesús era aquel de quien estaba profetizado. Por los milagros la gente comenzó a creer en Jesucristo. Entreguemos pues nuestros talentos a Dios para que Él haga con ellos como bien le parece, quién sabe, miles pueden ser bendecidos.

5) Milagros de Jesús – Jesús anda sobre el mar (Juan 6:16-21)

El quinto de los milagros de Jesús relatados en el evangelio de Juan, es cuando Él caminó sobre las aguas. Nuevamente esto es algo que va en contra de las leyes de la física. Así como no es posible que el agua se convierta en vino, de la misma manera no es posible que un hombre camine sobre las aguas. 

Pero en Dios estas leyes físicas no tienen valor. Este milagro da inicio inmediatamente después que pasara el milagro de la alimentación de los cinco mil, aquí ya no hay una multitud, solo están los más cercanos al Señor. Los discípulos habían salido en barca sin Jesús, y empezó a correr mucho viento. Los otros evangelios describen esto como una tormenta y tuvieron miedo. 

No hay duda que caminar sin Jesús nos deja a merced de todo. Nos deja a merced del enemigo que anda como león rugiente buscando a quien devorar. Sin Jesús, una pequeña tormenta nos debe asustar pues el dador de la vida no está en nosotros. Pero si Jesús está en nuestra barca los vientos o tormentas no pueden hacernos daño.

Cuando los discípulos vieron a Jesús caminar sobre las aguas tuvieron miedo. Pero al conocer que era el Señor y cuando subió a la barca con ellos pudieron tener paz. La barca en seguida llegó a tierra firme. Cuando Jesús está con nosotros no debemos tener miedo, Él toma el control y nosotros llegaremos con bien a nuestro destino. 

Las palabras del Señor nuevamente son poderosas. En esta ocasión solo dos palabras son suficientes “Yo soy; no temáis” La primer palabra nos recuerdan las mismas que Dios le dio a Moisés cuando lo envió con faraón. Moisés debía decirle a faraón que “Yo soy” lo enviaba si el faraón preguntaba. Él es el Gran Yo Soy, quien todo lo llena en todo. Por lo tanto no debemos tener ningún temor cuando el Dios Todopoderoso está de nuestro lado.

Conclusión

No importa si hay solo un testigo o hay miles de ellos, todos conocen que Jesús hace los milagros y le reconocen como el Hijo de Dios. Nuevamente podemos ver en estos dos milagros como el Señor obra de una forma maravillosa. 

Las imposibilidades no existen en el Señor, es posible alimentar a cinco mil con pocos panes y peces, es posible caminar sobre las aguas. En Dios no hay límites. Pero debemos entregar a Dios lo que tenemos y tener fe que Él obrará.

Debemos acostarnos sobre la hierba y esperar que el Señor obre de una manera sobrenatural. No debemos tener miedo cuando el viento crezca, solo debemos recibir al Señor en nuestro barco para que la tempestad se calme y lleguemos a tierra firme. 

Entreguemos a Dios toda nuestra vida para que pueda usarnos para su gloria y no tengamos temor de las tempestades. Dios nos usará de una manera especial cuando en Él confiamos y podremos estar tranquilos en las manos del Gran Yo Soy.

© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados

Central de Sermones… Estudios Bíblicos

Ver: Milagros de Jesús según el evangelio de Juan – Parte III

Deja un comentario