Los Cuadros de Jesús – Parte VI

Ellos con sus hipócritas enseñanzas confundían al pueblo, y sus fines era el de mantenerse a través de ellos, en lugar de ellos mantener al pueblo. Frente a esto Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundanciavers. 10b.

Los fariseos no habían dado esa vida abundante, aunque eran los más recomendados para ello por ser maestros de la ley. De acuerdo con el vers. 11, Cristo es el “buen pastor’.

De esta manera lo determinó el Padre amado. Ningún pastor podrá amarnos, guiarnos y entendernos como lo hace nuestro Señor Jesucristo. Él es el pastor del Salmo 23. Con él las ovejas no solo están satisfechas, sino seguras en su salvación y en la casa de Jehová morarán por largos días. A esto Jesús dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay…”.

3. El auténtico pastor no huye, sino que da su vida por las ovejas vers. 11. David es un hermoso ejemplo de esto. Cuando se enfrentó al gigante Goliat, reveló que por cuidar a sus ovejas se expuso a las garras de los leones y de los osos, y todos los enfrentó, aunque pudo haber muerto.

En el caso de Jesús, él si puso su vida, porque “el buen pastor, su vida da por las ovejas”. ¿Qué hace el asalariado? Por cuanto no tiene ningún interés con las ovejas, a menos que sea la paga, huye y deja a las ovejas abandonadas verss. 12, 13.

4. Jesús repite una oración que es tan única para quienes somos sus ovejas: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocenvers. 14. Las otras ovejas del versículo 16 tenían que ver con los gentiles. Por cuanto el amor de Cristo es universal, él vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

5. En los verss. 17-21, encontramos una de las declaraciones de Cristo que forman parte del más grande concepto que se tenga sobre el por qué él, como “buen pastor”, murió por sus ovejas. Cristo puso su vida de una manera voluntaria. Por lo tanto, a él nadie le mató.

El Padre llegó a amarlo aún más, pues, aunque sintió el “escalofrío de la muerte de cruz”, lo hizo de una forma voluntaria. He aquí parte del gran misterio de nuestra salvación. Y como era de esperarse, esta afirmación trajo gran reacción entre los presentes.

LOS CUADROS DE JESÚS – CAPÍTULO 11

TEXTO BIBLICO: JUAN 11:1-27; 38-43

JESÚS, EL PRINCIPIO DE LA VIDA

El presente milagro es único en la Biblia; solo Juan lo menciona, y lo hace con tanta laboriosidad en sus detalles lo que lo hace un testigo ocular. Sin duda que Juan oyó y vio todo lo que tuvo que ver con este milagro. Al narrarlo de esta forma pone de manifiesto el poder de Jesús, igual al del Padre, lo que cual lo hace ser uno con él.

Cuando dijo: “Yo soy la resurrección y la vida”, nos estaba recordando que el único que ha dicho: “Yo soy” es el Jehová del Antiguo Testamento.

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