Comercialización del evangelio

El punto principal donde se tienen que invertir los recursos, es en las necesidades de sus miembros, Mateo lo explica con lujo de detalles <<¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello>> (Mateo 23:23).

Para Jesús lo más importante es la persona, la iglesia no debe descuidar esta práctica, las necesidades de construcción de las instalaciones u otras necesidades son secundarias, en la congregación hay miembros con muchas necesidades, veamos lo que dice Juan, <<Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?>> (1 Juan 3:17).

Si la congregación no invierte sus recursos en las necesidades de sus miembros, es muy difícil creer que el amor de Dios mora en esa congregación, sobre todo en su liderazgo.

LA FIGURA DEL PASTOR O MINISTRO

Como decíamos que el pastor solamente es uno más de la congregación, sin más derechos que el de los demás miembro, puede recibir alguna ayuda en momentos de necesidad como cualquier otro miembro, debe trabajar para el sostenimiento de su familia, Pablo decía <<Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir>> (Hechos 20:34-35).

Según el apóstol Pablo, el ministro debe trabajar y no aprovecharse de la fe de sus miembros. Los recursos de la iglesia deber ser bien administrados supliendo las necesidades de los más necesitados de la congregación, Santiago dice:

<< Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?>> (Santiago 2:15-16).

¿Como la iglesia puede responder a las necesidades de sus miembros?, solamente con las aportaciones de sus mismos miembros. Si la congregación no está velando por las necesidades de sus miembros, invirtiendo sus recursos financieros en otra dirección, está lejos de hacer la voluntad de Dios.

COMERCIALIZACIÓN DEL EVANGELIO

Como decíamos en la introducción, la iglesia ha caído en la comercialización del Evangelio, debido que sus recursos financieros están siendo tomados como una fuente de ingreso para el “ministro”, o pastor para el caso de América Latina.

Ministros que en sus sermones predican que si no diezman no se salvaran porque están robando y ningún ladrón entrara al Reino de Dios.

Esto ha provocado el surgimiento de muchas iglesias que ha entrado en una competencia por ganar miembros de buen potencial económico. Ministros con un nivel de vida económico superior a la de sus miembros.

El mensaje que vemos en Apocalipsis dirigido a la siete iglesias, reflejan actualmente la condición de la iglesia, una iglesia que ha perdido su primer amor, ese amor fraterno por el cual Jesús se entregó, ha confundido los términos, está más interesada en la obra de Dios, que en el Dios de la obra. <<En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros>> (Juan 13:35) este no es un amor expresivo en palabra, sino con obras.

Este amor es la prueba de la nueva vida en Cristo. Las obras no son para salvación; pero es evidencia de los que han sido salvados, <<Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas>> (Efesios 2:10).

Si la iglesia no está proveyendo para las necesidades humanas de sus miembros, entonces la adoración que presenta a Dios, solo es bulla que ofende a Dios, <<Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe>> (1 Corintios 13:1).

Otro de los temas tratador en las cartas de Apocalipsis, es la figura de Balaam, ministros que ven el Evangelio como un medio para lucrarse económicamente, <<Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad>> (2 Pedro 2:15).

Otra práctica que está surgiendo en la actualidad, es la familia del ministro formando parte del equipo pastoral convirtiendo la iglesia como una empresa familiar o un centro de negocios.

Un buen porcentaje de la iglesia considera que el diezmo es para el Señor, lo dan todo cuanto pueden para hacerse sentir aceptado por Dios.

CONCLUSION.

El mercado y la comercialización del Evangelio, es un mal que cada día va en avanzada, y no da señal que pueda detenerse.

Los miembros de la iglesia local deben dar su aporte económico; pero estos ingresos por mínimo que sean deben ser orientados a las necesidades humanas de sus miembros, el pastor debe trabajar y no lucrase con los fondos de la iglesia, si tuviere alguna necesidad económica, la iglesia debe ayudarlo de igual forma como cualquier otro miembro de la iglesia.

Todo ministro o pastor, que se esté apropiando de los aportes económicos de la iglesia local, debe de tener presente que está siguiendo el camino de Balaam. Si un ministro recibe remuneración por los servicios pastorales, debe entender que esa es su recompensa.

Entre más grandes sean los ingresos económicos de la iglesia local, mayor capacidad tendrá para proyectar sus ingresos a favorecer las necesidades de sus miembro. Otros proyectos que la iglesia pudiera tener, son secundarios de menor interés.

© Francisco Martínez. Todos los derechos reservados.

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