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Los zapatos del hijo del pastor

Reflexiones Cristianas

Reflexiones Cristianas.. Texto Biblico:  “Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel.” Números 8:16

Introducción

Mucho se habla de los zapatos del pastor, los zapatos de la esposa del pastor, pero poco se habla de los zapatos del hijo del pastor. (Esto incluye hijos e hijas). Para un hijo de pastor, el título de “Hijo de pastor”, es generalmente precedido por un sentimiento de “amor y odio” por el portador. Por alguna razón es una posición con un estigma muy grande. Mucho se dice que los peores muchachos en las iglesias son los hijos del pastor. Esto, en muchos casos es cierto. Pero como todo, esto no aplica a todos los casos.

Sin embargo, yo los he podido categorizar en tres diferentes grupos que son:

  • Los ausentes
  • Los ausente/presente
  • Los presentes

Los Ausentes:

En este grupo generalmente encuentras a los hijos del pastor en edades adolescentes, cerca de la mayoría de edad y hasta los jóvenes-adultos. Estos están en cualquier lado menos la Iglesia o la casa pastoral. Están viviendo “la vida loca”, en fornicación, desórdenes de todo tipo, o simplemente viviendo lo más alejado posible de lo que sus padres predican.

Este grupo quiere desligarse del pastor, a quien llama “padre”, pues en la mayoría de los casos, los pastores no pueden diferenciar entre ser padre y ser pastor, ellos simplemente son pastores 24/7.

Este grupo está resentido de alguna manera u otra, porque nunca tuvieron una niñez o adolescencia “normal”, todo el mundo alabando la obra de sus padres, la iglesia Siempre estuvo próspera sin embargo el pastor nunca fue un verdadero padre para aquel hijo. simplemente no había suficiente tiempo, o los problemas de este muchacho no eran lo suficientemente importante como los de la congregación.

El joven o la joven, guarda un resentimiento mezclado con dolor que a la vez se junta también con su sentimiento de pérdida, pues por lo general este niño/a nunca tuvo la oportunidad de disfrutar cada etapa de la vida porque el hijo del pastor tiene que ser “perfecto” por lo tanto se ve obligado a omitir muchas cosas propias de su edad, por tal que el ministerio pastoral no sea “afectado”.

Los ausente-presente:

En este grupo encontramos los que están todavía en la iglesia, ellos o ellas visten bien, de acuerdo con las normas de la iglesia, participan, se involucran y todo, pero, lo hacen todo solo para complacer a sus padres. Frente a sus padres ellos aparentan ser una cosa, fuera de ellos son otra completamente diferente.

Ellos han pensado; “o acepto las condiciones de vivir aquí o me voy” pero a diferencia de el grupo anterior, este grupo se siente “atrapado” en su rol. Ya sea porque se es menor de edad, por la “culpa cultural”, o por cualquier otra razón, para ellos irse no es una opción.

Así que se quedan, pero su corazón no está ahí.

Este grupo le oculta cosas a sus padres y por supuesto a la congregación, cosas como tatuajes en partes secretas, salidas y relaciones no aprobadas en las que prueban cosas indebidas, etc. Sin embargo, siguen ayudando a sus padres en el ministerio.

Este grupo es el más peligroso de todos, pues como en 1 Samuel 2:12, tienen la conciencia muerta, les da lo mismo pecar o no, no les importa traer afrenta y juicio a su vida, iglesia y ministerio pues en el fondo existe el mismo sentir del grupo anterior, aquel resentimiento mezclado con dolor que a la vez se junta con su sentimiento de pérdida.

Los presentes:

Este grupo son los que todavía son fieles, son muchachos “buenos” y generalmente se le ve casi al nivel de sus padres en el ministerio, porque sus padres dependen mucho de ellos para cumplir la labor pastoral. Ellos tienen una relación íntima con Dios, sienten el peso del ministerio en sus hombros, ayudan a sus padres y no les juzgan cuando fallan porque han desarrollado un nivel de madurez excepcional.

Este grupo es un modelo para seguir, se priva a si mismo de muchas cosas, sufrió todo lo que los demás grupos han sufrido, sin embargo, ellos entienden lo que pasa y porqué. Ellos simplemente se “guardan” muchas cosas, no se dejan ver caídos y tristes, pues desde pequeños vieron como papá y mamá lloran en privado, pero siguen en pie porque el trabajo así lo requiere.

¿Sabes un secreto sobre este grupo?

En el fondo existe el mismo sentir de los dos grupos anteriores, ellos también sienten un pequeño resentimiento mezclado con dolor que a la vez se junta con un sentimiento de pérdida por todo aquel tiempo perdido que de alguna manera nunca llegaron a experimentar.

La próxima vez que veas al hijo/hija de tu pastor te reto a que, sin ningún motivo aparente, vallas y le des un abrazo, dile que es una mujer, niño, joven valiente y no hay otro como el, pues este hijo de alguna manera ha sacrificado a sus padres para que tú como congregación tengas un hombre y una mujer que vele por tu vida espiritual.

Recuerda, este muchacho/a no tuvo opción sino aceptar el llamado de sus padres, en la mayoría de las veces, a el/ella ni siquiera le preguntaron si estaba en desacuerdo o no. En muchos casos, los hijos no tienen un llamado pastoral, y son discriminados por no tenerlo.

Conclusión

No lo juzgues cuando no alaba con el gozo que tu alabas, pues él posiblemente ha estado en más servicios que tu y toda la congregación junta. Hay cosas que para ti son simples y cotidianas, que para un hijo de pastor sería un lujo poder hacer por lo menos una vez en su vida.

Cuando veas o escuches del hijo del pastor “ausente o ausente/presente”, no te atrevas a juzgar, pues solo Dios sabe lo que este muchacho/a ha tenido que pasar. Envés te invito a orar, a ser más comprensivo y flexible con tu pastor (Lucas 6:37 / Mateo 7:1-5). Como iglesia deja que con tranquilidad se tome su tiempo libre con su familia y no lo culpes cuando sus hijos no se comportan “a la altura”.

Solo uno que pueda caminar las millas que el hijo de pastor ha caminado en sus zapatos, es digno de juzgar. Sé más comprensivo, abre tu mente y entiende que los pastores y sus familias son excepcionales, no porque son extra espirituales sino porque son tan humanos como tú, y aun así han decidido sacrificar su vida, por ayudar a la tuya a llegar al cielo.

© Hilda Hernández. Todos los derechos reservados.

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