Los dones espirituales

b. Muchos miembros, pero un solo cuerpo (verss. 12-14).

En la Biblia encontramos muchas figuras acerca de la iglesia, pero esta como “cuerpo” es una de las más explicativas en cuanto a su naturaleza y razón de ser. Llama la atención que Pablo la introduzca exactamente en el tema de los dones espirituales, ¿por qué razón?

Por un lado, por la diversidad misma. Ninguna cosa ha sido tan bien hecha como el cuerpo humano. La manera como están distribuidos los miembros ejerciendo sus funciones es asombrosa. Definitivamente el cuerpo es una obra maestra de un diseñador divino.

El asunto que no todos los miembros tienen la misma función nos ayuda a entender porque en la iglesia debe existir la diversidad de dones, ministerios y operaciones. Imaginarse que en la iglesia existiera solo los dones de la enseñanza sería lo mismo que Pablo dice, cuando pregunta: Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? …”  (vers. 17).

Sería como un monstruo. Pero el asunto es que, así como Dios nos creo con todos nuestros miembros haciendo su función, también el Espíritu Santo puso sus dones en la iglesia que hagan su función, pero manteniendo la unidad del cuerpo.

IV. CADA DON ES NECESARIO COMO LO ES CADA MIEMBRO (verss. 24-27)

Cuando Pablo utiliza la figura del cuerpo habla en los términos de la variedad de miembros que posee. Es interesante la manera como menciona al ojo, los pies, el olfato, la mano, el oído… y siempre la referencia es a la utilidad específica de cada uno. Y en medio de esta analogía del cuerpo habla del cuidado que todos tenemos para con cada miembro, aun aquellos que parecieran insignificante.

Llama la atención como el apóstol entra en su suposición como si los miembros hablaran. Por lado utiliza el ejemplo del ojo diciéndole a la mano que no la necesita. Es como si el ojo divisara algo con lo que el cuerpo va a chocar, y la mano que está puesta para detener al cuerpo automáticamente, entra en acción y evita el accidente.

Lo mismo hace la cabeza (vers. 21) en relación con los pies. Es cierto que hay cabezas que funcionan sin los pies, pero son excepciones. Y el otro asunto que usa es lo de los miembros más débiles, los menos dignos y los que son menos decorosos (verss. 22-23).

Pablo nos dice que no por ser ellos menos, los ignoramos y no los cuidamos. Pues es lo mismo que pasa con los dones espirituales. Hay hermanos que tienen dones espirituales que pudieran verse insignificante, pero no solo son necesarios e importantes, sino que al igual que los miembros del cuerpo, los apreciamos, los queremos y los cuidamos. Este ejemplo nos dice que nadie es más importante porque tenga un don distinto.

CONCLUSIÓN:

En el vers. 7 Pablo pareciera darnos un resumen de todo lo que nos ha venido hablando de este tema. Con esto afirma la necesidad de no ignorar acerca de los dones espirituales. Por un lado, nos dice que indefectiblemente no hay creyentes que no tengan por lo menos un don del Espíritu.  

Esto implica que cada creyente tiene una manifestación del Espíritu en su vida. El otro asunto que nos ha dicho Pablo es el uso de los dones no implica que algunos, por ser más espectaculares, manifiesten más la presencia del Espíritu que otros.  

Ningún don me hace más espiritual que los demás. Ciertamente, cualquier don que se tenga, su propósito único es el de edificar a la iglesia de Dios (14:12). Ningún don es otorgado por el Espíritu para el consumo personal. Todos fueron dados para honrar al Señor.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.

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