Guerra Espiritual. Correcciones doctrinales

Primero: Pone duda acerca de la Palabra del Señor: ¿Conque Dios os ha dicho?. Arrogantemente pone en tela de juicio la Palabra de Dios. También pone en tela de juicio la palabra del ministro en una congregación, mayormente pone en tela juicio la palabra de cualquier ministro que es usado por Dios.

Segundo: Quita la verdad, pone la mentira: ¨Entonces la serpiente le dijo a la mujer: no morirás¨. Una de las más eficaces acciones del maligno es TRANSFORMAR una mentira en verdad. Las artimañas que usa es la : Calumnia, la intriga, la falsa piedad para juzgar las acciones humanas, el chisme, etc.

Tercero: Alimenta el orgullo: ¨…y seréis como Dios¨. En todas las áreas está influyendo para deformar la visión del creyente, para debilitarlo y por último para alejarlo de Dios. El orgullo de aquellos que han asumido cargos importantes;  olvidando que quien más tiene debe de SERVIR con más diligencia. No preocupándose del puesto que pueda perder, porque lo que Dios DA NADIE QUITA.

1. Pero la más certera mentira está relacionado con Jesucristo y su Real naturaleza.

Por eso escribe Juan: ¨¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo el que niega al Padre y al Hijo¨,  (1 Juan 2:22)

Cristo es Dios eterno. Dios manifestado en carne. Jesús es el Hijo del Hombre, pero sin pecado.  Cristo es en Dios y es Dios, (Juan 1:1-3),  Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, nacido de mujer…Negar que Jesús es el Cristo equivale a restarle su Deidad Eterna. Su Poder Absoluto al igual que el Padre en Gloria, Majestad y Señorío.

No es un ángel como piensa el gnosticismo y ciertas sectas actuales, ni su deidad es delegada como pensaba Arriano, ni tampoco como afirmaba Sabelio: ni totalmente hombre ni totalmente Dios. Jesús es el Cristo Único Salvador Eterno.  Esto lo niega el diablo.

2. También dice la Escritura

¨Y todo espíritu que no confiesa que Jesús no ha venido en carne no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo¨.  (1 Juan 4:3).

Jesús se manifestó como una persona real igual a nosotros, se despojó de toda su deidad. Nació como hombre, vivió como hombre y murió como hombre. Era real, de sangre y carne.

De esa manera nos mostró que como hombres débiles, si creemos en Jesucristo y hacemos su voluntad, aún haremos mayores cosas que El, (Juan 14:12). Quien afirma que vino solamente en Espíritu tiene la intención de negar su Muerte Vicaria y su Resurrección física con cuerpo de Gloria; porque Él, como segundo Adán venció a Satanás, no lo hizo como Dios, sino como hombre fiel, santo, servicial y lleno de Espíritu Santo.

Muchos, por inercia declaran ¡soy carne¡, y se basan en esa declaración para seguir siendo débiles y lámparas sin luz. Declarar que vino en CARNE, es aceptar que si se puede ser FUERTES en nuestras debilidades y victoriosos a pasar de las crisis.

Satanás quiere arrastrar  al hombre con el engaño

Su campo de trabajo es la mente. su mente es el punto de ataque principal de Satanás. Allí es donde se debe luchar y ganar la batalla; y esta batalla es ganada mediante la doctrina, el conocimiento de la Palabra de Dios. El grado que usted permita que Satanás tenga acceso a su mente para controlar sus pensamientos, su base doctrinal, es el grado de control que tiene sobre usted.

  • Es en su mente donde el adversario, el diablo, se opondrá a ud.
  • Es en su mente donde Satanás, el padre de mentira, le mentirá.
  • Es en su mente donde el inicuo, el tentador, lo tentará.
  • El primer error que cometió Eva fue, escuchar a Satanás. Satanás le mintió a Eva y Eva le hizo caso.
  • Hoy en día, hay muchos cristianos que viven en derrota debido a que están escuchando las mentiras de Satanás. Reconozca su voz y rechácela.

TRES ACTITUDES PARA IMPEDIR QUE EL DIABLO TENGA ACCESO A NUESTRA MENTE:

1.  Detectar la estrategia de Satanás.  ¿Cómo hacerlo?

“Pedro nos advirtió: ¿Sed sobrios y velad; porque nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, SABIENDO que los mismos padecimientos se  van cumpliendo en nuestros hermanos en todo el mundo.” (1 Pedro  5:8-9).

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