III. POSEEN MUCHOS DONES PERO SIN FRUTOS
a. Pablo y Apolos usaban sus dones (verss. 4-6)
Nadie era tan poseedor de tantos dones espirituales como los corintios, pero ellos estaban más preocupados en seguir a estos buenos hombres en lugar de seguir a Cristo. Y el asunto es que mientras algunos habían formado sus propios partidos por cada uno de estos hombres, Pablo y Apolo se muestran a ellos como hombres cuya misión era el de ser “servidores, plantadores y regadores”.
Ellos estaban usando sus dones como sus auténticas herramientas de trabajo. Así era como ambos líderes estaban trabajo en medio de ellos. El problema de los corintios era que en lugar de imitar el ejemplo que estos hombres les habían dejado, ellos están más envueltos en defender sus posiciones que en lugar de desarrollar sus dones espirituales.
Pablo les dice que ellos debieran fijar más su atención en el Señor porque él es quien trae el auténtico crecimiento. La metáfora de Pablo de sembrar y regar la planta sugiere el hecho de la responsabilidad primaria. Y el asunto es que el crecimiento divino siempre estará relacionado con esto, de allí la importancia del trabajo. La grande tragedia será que yo no use mis dones ni para sembrar ni para regar y al final no vea la cosecha. Si no hago esto, no habrá recompensa (vers. 8).
b. Crecen sin cimientos sólidos (verss. 9-11)
Pablo cambió la metáfora que tenía que ver con la tierra, la siembra y su fruto, por la del edificio. Hablando en el contexto que ellos eran “niños en Cristo”, Pablo los lleva a considerar no sólo la pobreza de su crecimiento por las actitudes que han evidenciado, sino que también los lleva a ver la poca estabilidad que tenían cuando estaban en la categoría de cristianos carnales en lugar de ser cristianos espirituales, lo que Pablo más deseaba de ellos.
Los corintos tuvieron dos grandes constructores. Pablo se define como el “perito” de la obra poniendo el primer fundamento. Se supone que Apolo siguió ayudó en esa edificación. Y cuando Pablo habla en el (vers. 11 acerca del “fundamento” revela que sobre esa base debe venir todo tipo de crecimiento.
¿Qué estaba pasando con los hermanos de Corintios? que por estar divididos se habían alejado del fundamento inicial. Cuando un creyente no usa sus dones para dar frutos donde ha sido llamado, se aleja del fundamento. Sus obras al final van a ser sometidas a prueba.
El cristiano carnal edifica su obra con materiales, tales como “madera, heno, hojarasca” y esa obra al final se quemará, mientras que el espiritual está construyendo su obra con materiales, tales como “oro, plata, piedras preciosas…” que permanecen para siempre.
CONCLUSIÓN
Un autor, hablando de “los niños en Cristo”, lo ha descrito así. Los hombres naturales son los que son esclavos todavía. Son aquellos que llegan a último momento, una vez que comenzó el servicio. Son los que se sientan en lugares estratégicos de modo que apenas termina el predicador salen corriendo sin hacer ruido.
El autor dice que esos son el 20% de cualquier iglesia. Ellos son simpatizantes. Son los “zaqueos” que están mirando a ver que pasa. Luego están los carnales que son los que acampan en la comodidad de la orilla. Son los que si se habla de dinero ya están protestando. Son los que un billete de $10 no le significa nada en la tienda, pero al momento de dar ven muy grande el billete. Son los creyentes “ovejas”, que solo saben balar. Son los que vienen a la iglesia por comodidad, pero son exigentes.
Por lo general siempre se quejan y todo le huele mal. Estos conforman el 30% de la iglesia. Mientras que los espirituales forman el 50% de la iglesia. Son los que se comprometen. Son los que le dicen al “pastor cuente conmigo para lo que sea”.
Son los que siempre están dando. Son los hermanos que finalmente sostienen la obra del Señor. El autor finalmente dice que el pastor que crea que tiene 100 miembros, está equivocado, solo tiene el 50% de gente realmente comprometida. Estadísticas reveladoras. ¿Qué clase de cristiano es usted? Es un “niño que no creció” o es alguien que sigue creciendo.
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