¿Existe todavía el pecado?

No se sabe a ciencia cierta, aunque en la Biblia ilustrada Zondervan menciona que muy posiblemente el tipo de víbora que atacó al pueblo de Israel era una conocida como “Víbora Carpeta” (Echis coleratus) la cual puede encontrarse en África y Asía.

Tan solo en el país de la India cada año se matan unas 200,000 serpientes; se les considera que su veneno es muy potente, más que el de muchas otras serpientes; son de carácter nervioso y agresivo. Además hay que mencionar que tampoco eran unas cuantas viboritas de agua, sino que eran bastantes, al grado de diezmar la vida de muchas personas (vers. 6)

Cuando tomamos la decisión de alejarnos de Dios, cuando pecamos en contra de Él (todo pecado siempre es en su contra) somos expuestos a muchos peligros, a situaciones y circunstancias dolorosas y letales. El pecado existe y tiene consecuencias tremendas; pues nos hace falta la mano protectora de nuestro Dios.

Mucho se dice del infierno; hay quienes lo describen como un lugar de tormento eterno, otros lo hacen hablando del un lago de azufre y fuego ardiendo y que nunca se apaga. Pero también hay quienes definen al infierno como ausencia total de Dios.

Cuando vivimos pecando, vivimos alejados de Dios y por lo tanto su presencia no esta con nosotros y eso es un infierno en vida. Tan solo podemos imaginarnos lo que sentían esos hombres y mujeres al instante en el que las serpientes los mordían y de pronto sentir como fuego en su interior que los consumía. Así son las consecuencias de vivir bajo el dominio del pecado, como un infierno que parece no terminar. Sansón es un excelente ejemplo de lo que el pecado puede hacer en nuestras vidas.

Jueces 16: 16-30 nos narra la experiencia de este juez de Dios que equivocadamente tomo una decisión contraria a la voluntad de Jehová; tomar por mujer a una filistea; y como dice el dicho: En el pecado llevo la penitencia; pues su pecado lo llevo a experimentar 6 desastrosas cosas en su vida y que igualmente nos ocurren a nosotros cuando pecamos.

En primer lugar nos aparta de Dios (vers. 20) mientras dormía el sueño de los justos le fue la presencia de Dios se aparto de él; en segundo lugar le fue quitado el poder de Dios, al no estar Dios, tampoco su fuerza y poder (vers. 19)

En tercer lugar el pecado nos ciega (vers. 21) Sansón perdió sus ojos, en cuarto lugar el pecado nos esclaviza, igual que Sansón que atado tenía que caminar dando vueltas en un molino; en quinto lugar el pecado nos humilla (vers. 25), los filisteos se reían y divertían con él; así Satanás disfruta vernos alejados de Jesús.

Y por último el pecado tiene el poder de destruirnos; Sansón muere aplastado; el actuar alejado de Dios incluso puede llevarnos a la muerte, ya nos llevo a la muerte espiritual, pero puede llevarnos a la muerte física también.

Es el salmista quien nos dice referente a las consecuencias del pecado: “Mientras callé, se envejecieron mi huesos. En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano” (Salmos 32:3-4) ¿Existe el pecado? Si, porque podemos ver sus consecuencias en nuestras vidas cuando andamos en desobediencia a Dios.

III. El pecado existe y Dios dio una solución (vers. 8)

“…y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá”

Si el pecado no existiera, el remedio de Dios no tendría razón de ser o existir; la obra de Jesús carecería de propósito, ¿para que morir en una cruz? ¿Desapareció el pecado con su muerte y resurrección? Si así fuera para que enviar al Espíritu Santo a convencernos de pecado, juicio y justicia (Juan 14)

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