Elías y los profetas de Baal

Dios permite que Abdías se encuentre a Elías por el camino.

Elías pide a Abdías que anuncie que regresa para entrevistarse con Acab.

1 Reyes 18:10-14 “Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado. ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías? Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud. ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua? ¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?

Como el rey Acab estaba realizando una búsqueda sistemática de Elías para castigarle por profetizar que Dios retendría la lluvia sobre el reino, Abdías temía que si el anunciaba al rey que se había encontrado con Elías y no lo atrapaba, Acab lo iba a castigar por dejarlo escapar.

1 Reyes 18:15-16Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él. 16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías.”

Elías – Incómoda situación

Elías comprende la incómoda situación de Abdías y promete no tardar para encontrarse con Acab haciéndolo ese mismo día, no quiere Abdías sufra ningún mal.

1 Reyes 18:17-19Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías. Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.”

Elías cumple su promesa de encontrarse con Acab. Entonces comienza un cruce de acusaciones: Acab acusa a Elías de perturbar a Israel y causar mal al pueblo, a lo que Elías responde que Acab había dejado a Dios para adorar a ídolos de Baal.

Como Acab no temía al Dios altísimo en absoluto, en su mente creía que Elías había enojado a Baal y que por tanto Baal había detenido la lluvia sobre el reino. Es probable que Acab pensara que era imprescindible matar a Elías para aplacar la ira de su dios Baal.

Elías – Valor y mucha fe

Sin duda, se requiere mucho valor y mucha fe, para acudir sólo ante el rey y toda su comitiva y acusarlo de frente a frente.

Elías propone un desafío a Acab. Una especie de reto entre profetas. Por alguna razón Acab acepta el desafío del monte Carmelo que propone Elías.

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