El lado oscuro del creyente

CONCLUSIÓN:

Es difícil hablar del lado oscuro del creyente. Lo que siempre pensamos   es que un cristiano es un “buena gente” por todos los lados de su vida. Que por todas partes donde los toquemos, sale luz y resplandor de su vida.

Que sus palabras no pueden ser corrompidas, que sus pensamientos no pueden ser malos, que sus deseos no pueden ser carnales, que su fidelidad está hecha a todo tipo de prueba, que su testimonio simplemente es intachable. Bueno, esto es lo que se espera de un hijo de Dios.

¿Qué sucede cuando todo es al revés? ¿Qué pasa cuando la diferencia entre un creyente y un inconverso es una mínima raya de separación? ¿Qué sucede cuando vemos  un creyente mintiendo, robando, codiciando y lejos de una vivir una vida santa?

Pedro fue quien escribió: “Sed santo, porque yo soy santo”. Pero en este pasaje fue reprendido por el pecado de la hipocresía. Se ha dicho que esto pudiera ser el más feo de los pecados, porque mientras los demás son visibles y escandalosos, este muestra una cara blanca, pero por dentro es un sepulcro podrido. La hipocresía fue el pecado que más atacó el Señor. Qué tan transparente soy delante de Dios.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.

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