Jesús y las multitudes

Ahora imagínate Jesús con 4000 hombres al frente sin contar a mujeres y niños ya que por lo menos estaban los 10,000 a 12,000 personas. Ellos seguían a Jesús esperando recibir algo de él. Puede ser sanidad, un consejo, comida o lo que sea. La gente siempre seguía a Jesús por recibir algo de él. Pero no por lo que Jesús podía hacer en sus vidas.

Hoy en la vida cristiana es muy normal eso también, llegamos a Jesús rotos, con nuestras vidas quebradas, batallando con un matrimonio o con enfermedades, o batallando económicamente aún. Sentimos que ya no podemos vivir más.

Cuando de repente nos encontramos con Jesús o él nos encuentra y decimos woooow esto sí que está bueno. Pero empezamos a mirar a Jesús como una máquina dispensadora, es decir un botón, y coges gaseosa. Otra moneda quieres unas papas; así es una oración y te salió del trabajo,  echas otra oración y mejora la salud.

Y así somos en el principio con una relación con Jesús. Piensas que sólo deben recibir, y la biblia dice que cuando somos niños espirituales anhelamos la leche materna y buscamos a Dios por todo lo que podamos recibir.

Después de un tiempo, ya cuando te vuelves un cristiano un poco más grande o maduro, te das cuenta que el Espíritu Santo está en tu corazón como un sello, como nos dice la biblia, y te das cuenta que Dios te dio dones y talentos.

Abres los ojos y te das cuenta que a tu alrededor hay un montón de gente que necesita a Jesús. Empiezas a darte cuenta de lo que tú tienes y que tu familia lo necesita. Que lo que tú tienes tu vecino lo necesita o tu compañero de trabajo, y empiezas a usar tus talentos.

Dios empieza a obrar a través de su Espíritu Santo y a usarte. Pues tal vez sabes coser y usas el don de costura para servir a Jesús. Tal vez es un deporte y usa ese don para en el deporte honrar y glorificar a Jesús.

Dios empieza a moverse en ti. Ya no se trata de lo que Dios puede darme o hacer, sino de lo que yo puedo hacer junto a Dios por los demás. Ya no se trata de mí, ahora se trata de cómo llegar a las multitudes con la salvación de Jesús, y también empiezas a ser luz ante las demás personas.

2. JESÚS SINTIO COMPASIÓN (verss. 2-3)

—Siento compasión por ellos. Han estado aquí conmigo durante tres días y no les queda nada para comer. 3 Si los envío a sus casas con hambre, se desmayarán en el camino porque algunos han venido desde muy lejos.

¿Alguna vez has tenido un dolor en el estómago, y no por el pescado que te comiste o por el arroz adicional que te pegaste? Me refiero a un dolor del estómago por ver a alguien sufrir. ¿Te ha pasado eso alguna vez que estando en una situación específica dices guau y te dobla el dolor porque miras el sufrimiento todo el rededor?

Recuerdo cuando fue el terremoto aquí en Ecuador. Ésas imágenes que vi te doblan, y dices quiero hacer más. La palabra compasión en griego literalmente significa intestinos.

La compasión traducción del vocablo griego: συμπάθεια (sympátheia). Palabra compuesta de πάσχω Sempeto= Intestino o guerra interior, συν EIA = Más. Literalmente «sufrir juntos», «tratar con emociones».

Compasión entones es un sentimiento humano que se manifiesta desde el contacto y la comprensión del sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y la compenetración en el sufrimiento del otro, y el deseo y la acción de aliviar, reducir o eliminar por completo tal situación dolorosa.

Es decir, esta palabra se usa cuando alguien está sufriendo tanto y te da un dolor en el estómago; te identificas con ese dolor o con esta situación.

Deja un comentario